Sergio Penagos

No quiero un país invadido. Esto fue lo que dijo Álvaro Arzú en el programa: A las 8:45, de Canal Antigua, este domingo 08/10/17, para justificar sus mentiras, que fueron muchas, y su propotente actuación de los últimos días.

Un poco de historia

“El 19 de mayo de 2003 trascendieron las conclusiones de una conferencia en Washington sobre la desclasificación de documentos de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, concernientes a la intervención norteamericana de 1954 en Guatemala.

Los militares reformistas no fueron del agrado de Estados Unidos en los años cincuenta. El gobierno norteamericano dirigió y financió el derrocamiento del presidente Jacobo Árbenz, para entregar el país a la conservadora de las fuerzas castrenses, cuyo control sobre la sociedad civil persiste medio siglo después.

Esa es la conclusión que se desprende de los documentos desclasificados por el Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia, CIA, así como de las conferencias sobre ese tema dictadas en Washington, en esa fecha.

En enero de 1952, ya se planeaba en la Embajada de Estados Unidos en Guatemala la junta que derrocaría al segundo gobierno de la Revolución, al que calificaban de «comunista».

La única característica que debía tener el nuevo jefe de Estado era «ser manejable» por EE. UU. «si con el chantaje se pone nervioso, ya es nuestro. Moverá al Ejército para su lado, asesinará a Árbenz o pedirá asilo», reza el cable secreto enviado por la misión diplomática estadounidense el 27 de junio de 1954 a la CIA.

La referencia era hacia el jefe militar que encabezaría la asonada golpista, y que habría de ser el coronel Carlos Castillo Armas.

Ese mismo día, los militares conservadores tomaron el poder «por la vía de la intolerancia, quitando el campo para cualquier reforma social», explicó Oscar Peláez, único historiador guatemalteco que expuso en Washington.

Pero las acciones norteamericanas no se quedaron ahí, también hay evidencias de que John Peurifoy, embajador de EE. UU., participó en la escogencia de los dirigentes de izquierda que debían ser asesinados, según el documento 131 desclasificado.

De acuerdo con los investigadores, la mayor pérdida para el país fue la desaparición del espacio para las reformas sociales iniciadas por Árbenz.

«Se intentó continuar con muchos de los proyectos reformadores y otros fueron eliminados, como la Reforma Agraria y la lucha contra los monopolios», expuso Isaac Cohen, consultor guatemalteco. Además, agregó, «asesinaron a los líderes reformistas moderados durante los siguientes treinta años».

Colofón: lo que añora Arzú.

Manual de asesinatos dado por la CIA en Guatemala

Cuando el 21 de abril de 1954 el embajador estadounidense John Peurifoy respondió que el canciller del Gobierno de Árbenz, Guillermo Toriello, «debía ser eliminado», los agentes de la CIA sabían lo que tenían que hacer.

Contaban en sus manos con el manual de asesinatos, elaborado por la CIA en EE. UU.

Estas instrucciones circularon entre los conspiradores estadounidenses en Guatemala, según reconoció el jueves pasado el exhistoriador de la CIA, Gerald Haines, en la entrega de 12 mil 287 archivos secretos en Washington, EE. UU.

El asesinato de Toriello nunca fue materializado, según el historiador canadiense Christian Lafevbre, porque estuvo entre los que pudieron escapar. La lista de «eliminables» constaba de varias decenas de guatemaltecos.

Para acabar con estos «comunistas», se debían seguir algunas justificaciones e instrucciones dictadas por la CIA.

«El asesinato no es moralmente justificable, (pero) matar a un líder político, cuya floreciente carrera es un peligro a la causa de la libertad, puede ser necesario. El asesinato tiene que hacerse a conciencia; alguien con moral tímida no se toma en cuenta», dicta el Estudio de asesinato elaborado por la CIA.

«El asesino necesita las cualidades usuales de un agente clandestino. Tiene determinación, coraje, inteligencia, recursos y condición física», continúa.

Eso es cuando se trata de un «asesinato seguro». En «asesinatos terroristas», debe ser un transeúnte que reciba instrucciones orales de una sola persona.

Para «asesinatos perdidos», debe tratarse de un fanático, para que se piense que es un motivo personal.

Las «tácticas» pueden ser manuales, accidentales, armadas, en bombas o envenenamiento, cita claramente el documento.

Por Néstor Galicia 21 de Octubre de 2016. Prensa Libre.

En el año de 1977, Álvaro Arzú, Alejandro Maldonado Aguirre y Edmond Mulet, fueron expulsados del partido Movimiento de Liberación Nacional, por el cacique Mario Sandoval Alarcón. El MLN fue un producto de una invasión armada, ilegal y nefasta. De tal manera que, la partida de nacimiento, de Álvaro Arzú, como político, fue extendida por la invasión armada, orquestada y realizada por la CIA, en 1954, para derrocar al gobierno de Jacabo Árbenz y derrotar al comunismo, y firmada por John D. Peurifoy, para colmo de los colmos: en inglés.

En su ridícula actitud de inocente desconocedor de lo que hacía Byron Lima, lo que hacen sus achichincles en Tu Muni y lo que significa Torre Fuerte, ¿Qué es eso? pregunta perplejo y con cara de pendejo. “Por primera vez escucho esas palabras”. Parece que este evangélico de ocasión, no ha leído la Biblia: “Torre Fuerte es el nombre de Jehová; a él correrá el justo, y será levantado” (Proverbios 18,10). Pero, si los presos (no los privados de libertad) se organizan en cooperativa ¡Qué buena onda!

En horas de la mañana, de ese mismo domingo, siguiendo sus instrucciones, un grupo de personas se reune frente a las instalaciones de la CICIG, gritando consignas nacionalistas y en contra del extranjero que tuvo el valor de señalarlo como corrupto.

Pero, ocurre algo, al estilo del partido de la violencia organizada. Un patán, en flagrante usurpación de funciones, ante la vista y paciencia de las verdaderas autoridades, exige (¿Con qué derecho?) que los periodistas se identifiquen, llegando al colmo de fingirse, por la indumentaria, miembro del Departamento de Policía de la Ciudad de New York, como se evidencia en la fotografía que publica Prensa Libre (lunes 09/octubre/17).

La usurpación de funciones de este impresentable personaje, trascendió las fronteras patrias, en una clara evidencia de invasión del territorio nacional, contraviniendo los deseos de su amo y señor, quien está luchando porque, no desea un país invadido.

Quedan flotando muchas preguntas, entre ellas: este mercanchifle de la comunicación ¿Tiene plaza en Tu Muni? ¿Obedecía órdenes del alcalde? ¿Es subalterno del portavoz de Tu Muni? ¿Será detenido con fines de extradición, hacia la ciudad de New York, para que aclare el uso de esa indumentaria? y otras muchas, posiblemente sin respuesta por ahora.

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