Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

El mundo está siendo afectado por una serie de eventos como los últimos huracanes que han destruido varias islas del Caribe y arrasado Puerto Rico. También han afectado Texas, Florida, Georgia, Alabama y Carolina del Norte en Estados Unidos.

Los daños son enormes, pretender, negar que no existe el cambio climático y que ello está produciendo el aumento de la fuerza de intensidad de los fenómenos naturales, es ser necio e ignorante.

Guatemala no se encuentra dentro del área donde normalmente se producen esos fenómenos; aun así, recientemente hemos sufrido en el norte del país varios movimientos telúricos, esperemos que las construcciones que se han efectuado en la ciudad capital se hayan hecho con las normas correctas.
Lo que sí nos está impactando, sin duda alguna como un tsunami, son las periódicas conferencias de Prensa del Ministerio Público y de la CICIG, que “casualmente” concluyen sus investigaciones contra importantes personajes de la vida nacional cada cierto tiempo.

Se rumora que tienen en proceso investigaciones sobre el Transmetro, el Transurbano y los contratos que hicieron con la constructora brasileña que ha sido una bomba atómica en Brasil, Perú y Ecuador; lo más probable es que también lo sea en Guatemala.

Este tsunami social y político ha enfrentado a importantes fuerzas y sectores en el país, numerosas constructoras nacionales están “en la parrilla judicial”; lo mismo se puede decir de muchas figuras políticas.

La justicia es importante, sin embargo, es imposible decir que no hay un fuerte ingrediente político en lo que está aconteciendo en el país.

Si una persona o un sector se ponen de un lado es malo, y si se ponen del otro es pésimo. Qué es lo que pasará con el presente y futuro del país, solo “Salomón” lo puede decidir.

En Estados Unidos de Norteamérica el Presidente tiene la facultad de conmutar sentencia y el mayor ejemplo en la historia es el presidente Richard Nixon. En Guatemala nadie tiene legalmente dicha facultad, si la tuviera y la ejerciera el tsunami solo aumentaría de intensidad.

Existen sectores y personas que públicamente han señalado que el Ministerio Público y la CICIG actúan de forma selectiva y/o discriminatoria, que no denuncia, mucho menos persigue a los grupos de izquierda, por ello permiten que la energía eléctrica se la roben y la revendan sin ser sindicados, también se permite que frecuentemente se creen barreras o tapadas de carreteras violando la ley.

Hay personas que llevan más de cinco años preventivamente detenidos aun cuando la pena del delito del que se les acusa es menor al tiempo que han estado detenidos.

La justicia se representa con una balanza, si la misma no está equilibrada deja de ser justicia. Urge encontrar una solución justa y ecuánime para terminar la circunstancia en que se encuentra el país.
Si para España la separación de Cataluña es constitucionalmente inadmisible, para Guatemala el continuar con los enfrentamientos, con las acusaciones no resolverá la situación y solo incrementará el enfrentamiento y la violencia.

La Conferencia Episcopal podría ser la institución en donde se reúnan los diferentes sectores y busquen, respetando las normas legales, una solución política, económica y social a la problemática; de no hacerse, cada vez más nos acercamos a un precipicio.

¡Guatemala es primero!

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