Félix Loarca Guzmán

Las manifestaciones que para hoy miércoles convocó la Universidad de San Carlos de Guatemala en contra de la corrupción y la impunidad, son el resultado de la acumulación de la indignación de diversos sectores sociales, por los abusos y las extralimitaciones en que vienen incurriendo los diputados y otros miembros de la clase política.

Hasta ahora, todas las baterías del Ministerio Público y de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, CICIG, se han dirigido hacia diversos personajes políticos, entre ellos el expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, pero han dejado al margen a quienes los llevaron al poder para la defensa de sus intereses. Es algo así como podar las ramas, pero sin cortar la raíz del árbol podrido.

En los últimos meses ha estado circulando el libro Desde el Cuartel, escrito en forma brillante y con muchas agallas por el coronel Edgar Rubio Castañeda, el cual debería ser un referente obligado para que el MP y la CICIG, reorienten sus acciones por el camino correcto para desmantelar las verdaderas estructuras de la corrupción, la impunidad y los abusos no solo del poder gubernamental, sino también de algunos núcleos poderosos de las élites privadas, comúnmente llamados los sectores oligárquicos, quienes son los responsables del secuestro del Estado, de la pobreza y la exclusión social.

Las campañas de políticos inescrupulosos son financiadas por algunas esferas empresariales, para que desde las funciones de gobierno, como Magistrados de justicia o como diputados, protejan sus crecientes intereses, amasando grandes fortunas sin pagar impuestos.

Con base en una investigación seria y apoyándose en fuentes responsables, el coronel Rubio da a conocer cuáles son los grupos que tienen en sus manos el verdadero poder en Guatemala. Coincidentemente, son los segmentos que evaden el pago de impuestos y quienes gozan de enormes privilegios fiscales.

Cita el ejemplo de los monocultivos, que cada vez ocupan más extensiones de tierra, impidiendo la siembra de granos básicos como el frijol y el maíz, aumentando la pobreza en el área rural y poniendo en grave riesgo la seguridad alimentaria, lo cual favorece la desnutrición especialmente entre los niños.

El coronel Rubio dice que: “Los gobiernos y la oligarquía siembran vientos para cosechar tormentas sociales…”.

Artículo anteriorTareas pendientes para reconstruir el Estado
Artículo siguienteUna CICIG sin dientes… y sin huevos