Alfredo Saavedra

Así está consignado en editorial del diario New York Times del domingo pasado, en calificación atribuida a Amnistía Internacional, dentro de un enfoque general que sintetiza lo que en términos de consenso se califica de crisis política en Guatemala. La pieza editorial principia por comentar que Jimmy Morales fue elegido presidente de Guatemala bajo la promesa de terminar con la endémica corrupción y restaurar los valores tradicionales.

“Una personalidad de la televisión, ampliamente conocido por su papel de cómico en la serie Moralejas (alusión a su nombre) captó beneficio del levantamiento popular previo a elecciones que ganó (en segunda ronda) con el slogan `ni corrupto, ni ladrón` no obstante su condición de candidato de oportunidad”, agrega el editorial, en su edición en inglés adjunta al importante rotativo Toronto Star.

Se informa que como el 27 de agosto ante la incomodidad de Morales y sus cercanos por las acciones contra la corrupción de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)  respaldada por las Naciones Unidas, el Presidente ordenó la expulsión del director de dicha comisión, Iván Velásquez, en orden desechada por la Corte de Constitucionalidad, pero que en el país ha generado mayor crisis.

Dice el New York Times que el señor Morales actuó desesperado por la acción de la Comisión y la procuradora general de la nación, Thelma Aldana, al determinar el encarcelamiento de su hijo y su hermano mayor. Además, agrega preocupación al gobernante la petición de derogar su inmunidad constitucional para el procedimiento de investigación por manejo ilegal de fondos durante la campaña electoral.

Informa el editorial que la Comisión Internacional Contra la Impunidad fue creada a petición de activistas de derechos humanos y recibió el respaldo de las Naciones Unidas y gobiernos para ayudar a Guatemala a combatir la plaga criminal y de corrupción con raíces también en redes formadas por veteranos del ejército que causaron estragos al país en la prolongada guerra civil y que convirtió a la nación en un “Estado de mafia organizada”, según Amnistía Internacional, consigna el New York Times.

Dice el editorial que el señor Morales fue impulsado en la campaña electoral por el Frente de Convergencia Nacional, un partido formado por oficiales retirados de la línea dura del ejército, partido ahora bajo investigación. Agrega el comentario que los Estados Unidos, que apoyó a los militares en la brutal guerra civil, es ahora el principal patrocinador financiero de la Comisión Internacional que en dirigencia con Naciones Unidas, deberá cumplir con los propósitos para lo que fue creada.

Destaca el editorial que el Departamento de Estado y la embajadora de los Estados Unidos en las Naciones Unidas Nikky Haley, estuvieron en lo correcto al criticar al presidente Morales, en su intento de expulsar al director de la Comisión Internacional Iván Velásquez. Así también informa el editorial que el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Gutiérrez, se expresó en términos severos por la acción del señor Morales.

Finaliza el editorial del importante diario NYT, advirtiendo que Guatemala no debe regresar al pasado y que lo adecuado es que Washington ayude en ese propósito.

 

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