A propósito de certeza jurídica, tema que tanto interesa a los sectores de poder cuando se esgrime en protección de sus intereses, importa poco cuando se trata de continuar en la lucha para derrotar a la CICIG y el Ministerio Público en cuanto al combate a la corrupción que, como está probado, es un estilo de vida generalmente aceptado y aplaudido por importantes grupos de la sociedad. En efecto, lo que ni siquiera Trump se ha animado a intentar porque sabe que nunca lo lograría, se hará en Guatemala porque se cuenta con un Congreso que está en iguales o peores condiciones que el mismo Presidente de la República y por ello el Ministro de Finanzas quedó encargado de preparar el paquete de leyes que pueda, con el efecto retroactivo que tiene el derecho penal, eliminar delitos relacionados con el financiamiento electoral ilícito y con el lavado de dinero, entre otras bellezas que se están cocinando, lo que sería como entregar la llave del Zavala a los reclusos para que puedan salir de allí e irse a sus casas.

Decimos que ni Trump lo haría porque allá la población no lo aceptaría, la Corte Suprema de Justicia lo anularía y el Congreso jamás conseguiría los votos para aprobar leyes que eliminaran la condición de delito para comportamientos obviamente criminales. Pero nuestro Congreso es otra cosa y nuestra ciudadanía no digamos, por lo que se la quieren jugar aún a sabiendas que el aislamiento internacional sería brutal y automático, no solo por lo que tiene que ver con el lavado de dinero, sino por el mensaje que enviaríamos al mundo respecto al imperio de la ley en nuestro país.

Anoche, aprovechando la oscuridad del punto como dice una vieja rima, los miembros de la pesquisidora que habían pedido prórroga para presentar su informe se apresuraron a entregarlo casi a la medianoche y algunos diputados estiman que eso hará que hoy mismo sea conocido el informe y se produzca la votación al nada más haber 105 diputados en el pleno, para que quede rechazado de una buena vez.

Impresiona ver cómo, en medio de la atención que acaparó en Estados Unidos el huracán Irma, los análisis que hacen los medios de comunicación respecto a la situación de Guatemala son tan certeros, reflejando ese compromiso bipartidista para apoyar la lucha contra la corrupción. La ministra de Relaciones Exteriores, quien dijo que no habría repercusiones por lo que quiso hacer Morales, evidentemente anda por los cerros de Úbeda, como su jefe y el resto del equipo de gobierno.

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