Jorge Santos
Continuando con esta identificación de actores a favor de la corrupción, impunidad y el atraso en el país que la semana pasada inicié, se hace necesario hacer notar que no son los únicos y que provienen de sectores tan variados que sin esta coyuntura no podría ser factible verles en clara sintonía e impidiendo que Guatemala busque senderos distintos hasta los hoy observados.
Otra semana pasó luego de que Jimmy Morales cobardemente hiciera pública su posición respecto al Comisionado de la CICIG y desde ese entonces hasta la fecha ha concertado una serie de reuniones con actores que nos van permitiendo identificar y precisar el entramado en cuestión. Uno de esos actores que están presentes en el escenario, son las iglesias, que aunque en apariencia no convergen en ideas y posiciones religiosas, pero sí en apoyar la transa, la corrupción, la generación de pobreza y la impunidad de este y otros gobiernos pasados. Este actor, aunque por principio de la laicidad del Estado, debería estar fuera del escenario, está tan presente como el quehacer político mismo. Desde el decano de las y los embajadores y Nuncio Apostólico de la iglesia católica, que ha facilitado reuniones en su residencia para juntar y formar parte de acuerdos que dan vida y materializan el modelo clientelar y corrupto del Estado guatemalteco, hasta la dirigencia de la Alianza Evangélica que llegó hasta Casa Presidencial para respaldar la espuria acción del señor Morales.
Así que si a usted le han llegado con el cuento de que hay una disputa religiosa frente a la crisis, no les crea, la verdad es que ambas iglesias y sus respectivas autoridades han dado muestras de su parcialidad hacia la impunidad, unas por casos de pederastia y otras por casos de lavado de dinero y asesinatos, están inmiscuidas en estos asuntos muy alejadas de los terrenos de la divinidad y búsqueda de la vida eterna. Otro actor que desfiló y manifestó su respaldo al aprendiz de dictadorzuelo Morales, fue un sector de ganaderos, que junto a otros conforman lo más rancio de la extrema derecha. Muchos de estos ganaderos del oriente y el norte guatemalteco que comparten en muchos casos, sus negocios vacunos y bovinos, con otro tipo de negocios más oscuros como la narcoactividad, son los mismos que han estado impulsando una serie de acciones contra la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) por más y mayores márgenes de privilegios fiscales.
Por último o al menos en esta columna, no se puede dejar de mencionar a quienes en calidad de servidumbre son como el megáfono que reproduce la voz y la narrativa de los poderes fácticos de este país. Me refiero a un grupo de asociaciones y fundaciones de extrema derecha, que con el dinero corrupto de los miembros de la elite económica impulsan campañas, pagan buses y personas para dar el engañoso mensaje que cierto grupo de la población está con ellos. A este actor y otros más me referiré en la próxima columna de opinión.