Compartimos el criterio del Comisionado de la CICIG sobre el carácter estructural que tiene la corrupción en Guatemala porque entendemos perfectamente el papel que han jugado los grupos criminales (aunque sean de cuello blanco) en la captura del Estado para convertirlo en viña para los ladrones. Sin embargo, nos preocupa seriamente que la Comisión Internacional contra la Impunidad y el Ministerio Público, no tengan capacidad de ir más allá de casos en los que participan miembros del gobierno del Partido Patriota, con Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti a la cabeza, porque asumiendo la profundidad del problema y la reiterada práctica de acciones delictivas a lo largo de prácticamente todos los gobiernos, llama la atención cómo se entretienen casos ya anunciados como el financiamiento electoral ilícito en el caso de la UNE y el de Transurbano que constituye uno de los mayores escándalos en la historia del país.

Cuando se habla de aplicar la justicia para lograr que el peso de la ley caiga sobre los delincuentes, uno de los requisitos esenciales es ser parejo en todos los casos. La imagen de la Justicia con una venda en los ojos es precisamente para trasladar la idea de que no hay selectividad que castigue a unos y deje al margen a otros. Todos los que violen la ley tienen que responder por sus actos sin que existan maniobras para dilatar unos procesos y privilegiar otros, especialmente por razones políticas.

No logramos entender cómo ha habido tanta eficiencia para iniciar procesos científicamente probados contra delincuentes del Partido Patriota y ninguna para investigar a otros actores políticos que hicieron gobierno antes. Se podrá decir que por el poco tiempo transcurrido es más fácil recabar pruebas contra los del PP, pero la verdad es que está demostrada la capacidad investigadora de la CICIG y el Ministerio Público y por ello despierta enorme suspicacia la forma en que se procesan otros crímenes cometidos por gente que no tiene vinculación con el PP. Entendemos también que los tiempos procesales no son los tiempos que marca el interés político o aún el de la conveniencia de guardar apariencias, pero estamos hablando de casos que han sido ampliamente debatidos y conocidos y en los que sabemos que hay serios avances de investigación que, por razones incomprendidas, no llegan a la etapa de formular las acusaciones correspondientes.

El problema de la corrupción demanda acciones que sean parejas y profundas en todos los casos. No coincide ese criterio con la forma en que únicamente se va tras un grupo de delincuentes, dejando impunes a una gran partida de ladrones.

Artículo anteriorEjemplar actitud del Procurador De León Duque
Artículo siguienteKaty Perry será la anfitriona de los Premios MTV