Factor Méndez Doninelli

Hace 63 años, una invasión mercenaria estadounidense derrumbó al Gobierno constitucional y democrático de Jacobo Árbenz, por ese hecho, Guatemala sigue dominada por élites oligarcas neoliberales, responsables de la vulnerabilidad que agobia a diversos sectores sociales, además, es un país vulnerable por sus condiciones geográficas, sociales, políticas y económicas. Los ejemplos abundan, van desde las tragedias a consecuencia de los embates naturales como huracanes, tormentas torrenciales, inundaciones, derrumbes, temblores, terremotos o sequías, provocando consecuencias sociales que culminan en dramas humanos con pérdida de vidas y bienes materiales, hasta el aumento de pobreza y cibercrímenes, que son delitos cometidos mediante el uso y auxilio de tecnología de la información.

La niñez guatemalteca es expuesta a todo tipo de riesgos, a engaños o acosos en internet, son inocentes víctimas de ciberdelitos que abren la puerta al intercambio, distribución y venta de pornografía infantil que para el caso, es un fenómeno que en Guatemala va en aumento, pues al comparar la población del país con la cantidad de imágenes que se comparten en redes sociales, es muy alta, por esto, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC) y el Centro Internacional para Niños Desaparecidos y Explotados (ICMEC) con el apoyo de empresas tecnológicas como Microsoft, Google y Facebook, hacen alianzas estratégicas con operadores y administradores de justicia, policía, jueces y Ministerio Público, para prevenir y combatir este delito, advirtiendo que en Guatemala han comprobado miles de casos vinculados a la circulación de abundante pornografía infantil. Otro delito es el grooming o seducción en línea, una modalidad utilizada por adultos que aprovechan la ingenuidad infantil, para seducir y convencer a menores a que participen en actos sexuales.

La trata de menores de edad, es otro crimen que viola derechos humanos, manifestado por la acción de amplias redes criminales nacionales y transnacionales que aprovechan la vulnerabilidad y pobreza de miles de niñas, niños y adolescentes, para someterlos con fines de explotación sexual y laboral.

Otro signo de vulnerabilidad, es el alto porcentaje de mortalidad infantil resultado de la desnutrición crónica que padece más de la mitad de niños menores de cinco años, quienes literalmente se mueren de hambre. En el país, las niñas, niños y adolescentes están desprotegidos, condición que aumenta los riesgos. Tal situación, explica parcialmente por qué en Centroamérica, Guatemala ocupa el último lugar en relación al Índice de Desarrollo Humano (IDH).

Guatemala, también es vulnerable por la escasa gobernanza y débil institucionalidad existente, que expone a sus habitantes a la pobreza y la limitación de oportunidades. Los trabajadores asalariados hombres y mujeres son vulnerados en sus derechos ante la indiferencia de las autoridades, los empleadores no pagan el salario mínimo y tampoco las prestaciones de ley. El monto del salario mínimo, es Q2,893.21, muy por debajo de los valores de la Canasta Básica de Alimentos que asciende a Q3,697.41 y de la Canasta Básica Vital que se estima en Q6,747.09.

También es país vulnerable, por el comportamiento de la clase política caracterizada por corrupta, mercantilista y adepta a los intereses de grupos oligárquicos neoliberales, que se resisten a cualquier tipo de reforma o modernización del Estado. En este punto, es importante retomar la propuesta de depurar el Congreso Nacional y convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, para construir un nuevo pacto social y superar las vulnerabilidades.

Artículo anteriorTrump: México pagará “totalmente” el muro fronterizo
Artículo siguienteApostillas de salud