Francisco Cáceres Barrios
caceresfra@gmail.com

Para serles sincero, guardo muchas esperanzas en el Plan Alianza para la Prosperidad para el Triángulo Norte centroamericano que se anda discutiendo con los Estados Unidos de América. Creo que nuestro país necesita de un buen empujón para lograr arrancarlo, haciendo paralelismo con el vehículo que requiere de él porque tiene mala la batería pero, si empezamos con mentiras, dobleces o politiquerías no lo vamos a lograr, al contrario, vamos a quedar mal parados en el concierto de las naciones y peor con la población guatemalteca, la que anda pidiendo a gritos desarrollo, seguridad y combate frontal a la delincuencia, como frenar la corrupción a la mayor brevedad.

Para nadie es un secreto que la cabeza gubernamental no funciona de acuerdo a las circunstancias. Con esto quiero decir que el Ejecutivo no tiene un equipo de trabajo eficiente porque le hace falta experiencia, idoneidad y la forzosamente necesaria contundencia para ponerse a cumplir con sus labores de manera pronta y eficaz. Con solo pasar la vista sobre las bajas y deficientes ejecuciones presupuestarias y la pobre realización de los planes de salud, educación, seguridad e infraestructura es más que suficiente para desilusionar al más pintado. Además el Organismo Legislativo sigue en sus componendas politiqueras, con su deshonestidad y total incapacidad para cumplir con sus obligaciones. Del Sistema Judicial mejor no entro a particularidades porque está visto que quienes lo dominan siguen burlándose de las leyes a más y mejor.

¿Qué podremos lograr entonces con que nuestro primer mandatario llegue al mencionado cónclave a pronunciar un discurso que ni él mismo se lo cree? ¿A quién engaña con decir que «de 16 delitos en el país, 15 se han reducido significativamente»? ¿A quién convence con que «su gestión gubernamental ha sido pilar de la transparencia y de la lucha contra la corrupción», cuando ha pedido enfáticamente a los diputados que le vuelen los candados al presupuesto gubernamental y que modifiquen cláusulas a la Ley de Compras y Contrataciones restándoles controles y exigencias que buscan coartar los negocios debajo de agua que han sido el pan nuestro de cada día?

Si nuestro Gobierno va a seguir trabajando sin contar con la obligatoria verdad y valores éticos para manejar la cosa pública vamos a terminar mal. Haití va a mejorar nuestra economía y desarrollo social; continuaremos formando parte de los siete países de la región latinoamericana más peligrosos; nuestras vías de comunicación van a colapsar totalmente; la esperanza de vida va a llegar a ser menor a la de los países del África Subsahariana y la calidad educativa va a llegar a ser inferior a la de cualquier otra parte del mundo. Aliviados seguiremos estando.

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