Hoy publicamos una «aclaración» enviada por el Director Ejecutivo de Fundesa sobre lo publicado ayer referente a su informe de país que circuló precisamente cuando representantes de esa entidad del sector privado estaban en Miami reunidos con funcionarios norteamericanos para discutir el Plan de Alianza para la Prosperidad que contempla, justamente, el tema de la lucha contra la corrupción.

El informe claramente expone, y la aclaración lo ratifica, que los casos recientes de la lucha contra la corrupción son débiles judicialmente, poco investigados y motivados por temas políticos o mediáticos. Es más, en la «aclaración» el señor Zapata dice que como «no existen criterios técnicos sobre los cuales el MP pueda priorizar casos, las motivaciones de los mismos en general, muchas veces son por temas políticos o mediáticos, especialmente en los últimos casos.» Ciertamente el párrafo es enredado, pero se entiende que el Ministerio Público carece de criterios técnicos para priorizar los casos, lo que lleva a que en general sean motivados por la política o presión de los medios.

Justamente eso fue lo que publicó La Hora porque es, obviamente, lo que dice el informe de país que circuló redactado en idioma inglés, lo que hace pensar que se escribió con la idea de compartirlo con los funcionarios norteamericanos que asistirían a la reunión en Miami y a la que no fue invitada la Fiscal General de Guatemala, quien no tendría oportunidad siquiera de aclarar o comentar lo que el grupo empresarial piensa del trabajo que se ha venido realizando y, como ellos dicen, especialmente con relación a los últimos casos.

Pero es importante señalar también que cuando hablan de debilidad de los casos también hacen referencia a los más de 300 procesados que hay sin que exista ninguna condena. No explican, desde luego, el tema del litigio malicioso que pretende entrampar los casos hasta que se presente la oportunidad de aprovechar las ventanas de impunidad que existen gracias a la forma en que son electos los administradores de justicia, tema que se contemplaba en la reforma constitucional para cambiar la forma de designar magistrados, cuestión que fue sistemáticamente adversada por poderosos sectores en el país.

Nosotros hemos criticado con pelos y señales la tardanza en casos como Transurbano y Odebrecht, en los que aparecen actores que no son del Partido Patriota, y lo hemos hecho frontalmente y sin eufemismos. Si la presión mediática influyera, seguramente que ya se habría avanzado en esos dos temas que sí despiertan interés de la opinión pública pero que, pese a la presión de la prensa, siguen durmiendo el sueño de los justos.

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