Factor Méndez Doninelli

El Ministro de la Defensa Nacional y el Estado Mayor del Ejército de Guatemala deben reflexionar acerca de sus actuaciones, ya que algunas decisiones vulneran derechos y libertades fundamentales de expresión y pensamiento y de información e investigación. Esta afirmación, es a propósito del caso del Coronel Edgar Rubio Castañeda, autor del libro “Desde el cuartel, una visión de Guatemala.” Medios de prensa han informado que el citado militar compareció ante la Junta de Honor del ejército, porque cuestionan los contenidos expresados en dicha publicación, en especial, lo relacionado con violaciones a Derechos Humanos (DD. HH.), servilismo a intereses de las élites y actos de corrupción. Esa es una acción coercitiva contra el citado coronel, por opinar de manera crítica y autocrítica sobre la actuación histórica del ejército.

Con ese tipo de decisiones, la institución armada está volviendo a las prácticas del pasado, parece que persiste la actitud de imponer el silencio, el miedo, el temor a denunciar. Entonces, no aprendieron la lección, con esos actos se retratan, otra vez, como institución que viola DD. HH. y eso daña la imagen de país, atrae la atención de la comunidad internacional y de órganos regionales e internacionales de protección de los DD. HH.

Guatemala, es un país que más condenas tiene por parte de organismos de Naciones Unidas, de la Corte Interamericana de DD. HH. y de la Comisión Interamericana, precisamente por violar derechos y libertades de las personas, siendo que entre los más notables violadores de estos derechos constitucionales y universales están las fuerzas de seguridad del Estado, es decir, el ejército y las policías. Todo mundo sabe que sobre Guatemala, abundan los informes, las recomendaciones, las visitas de Relatores Especiales y las condenas internacionales sucesivas que señalan a los militares como responsables de abusos, de graves violaciones a los DD. HH. y hasta de crímenes de lesa humanidad, tales como el uso de la tortura, tratos crueles e inhumanos, ejecuciones extrajudiciales, detenciones ilegales y arbitrarias, desapariciones forzadas e involuntarias y genocidio.

En ese sentido, la imagen de país ha sido negativa, seguimos bajo el escrutinio, bajo la lupa de los órganos que observan el comportamiento, los avances o retrocesos de Guatemala en materia del respeto a los DD. HH. Esa acción del ejército contra un miembro activo de las fuerzas armadas, constituye una clara violación a DD. HH., no le hace ningún favor al país. Con solo leer el informe “Memoria del silencio” de la Comisión para el esclarecimiento histórico de Naciones Unidas ONU, informes independientes como el “Nunca más.” del proyecto arquidiocesano del Arzobispado de Guatemala u otros informes de órganos especializados del sistema interamericano, se comprueba quiénes fueron los mayores responsables de violar DD. HH. durante el conflicto armado interno. ¿Quiénes cree Usted que fueron?, las fuerzas de seguridad, verbigracia, ejército y policías, o sea, agentes del Estado. También están, los abundantes informes de Relatores Especiales de la ONU o la Organización de Estados Americanos (OEA), así como, reiteradas recomendaciones para que el país mejore su imagen, debido a que está mal calificado por irrespetar los DD. HH.

Para ser congruente con la voluntad política de corregir conductas abusivas, los altos mandos militares deben recapacitar, acerca de someter al coronel Rubio a medidas disciplinarias por emitir su libre opinión, un derecho que tenemos todos los seres humanos, es inadmisible que pretendan restringirlo o negarlo.

Artículo anteriorTrump anuncia retiro de EEUU del pacto climático de París
Artículo siguienteIntolerancia y miseria humana