En torno al “exasesor” ad honorem y embajador para tema de Migrantes, Marvin Mérida, hay tantas versiones de sus actividades que es necesario que se inicie una investigación seria y profunda de lo que ha hecho y a lo que se ha dedicado, sobre todo en la recolección de fondos entre los migrantes para la campaña de Morales.

Migrantes nos han comentado que son cientos de miles de dólares los que recolectó fuera de cualquier sistema de control financiero formal en Estados Unidos en nombre de la campaña del actual Presidente, Jimmy Morales.

Pero las versiones van desde que ha sido un estafador en eventos sociales y culturales, hasta que en el gobierno su principal negocio es el de los contratos de alimentación en distintas instituciones públicas.

Lo que sí queda claro es que este personaje no tiene buena pinta y que las historias que dentro de los mismos Estados Unidos cuentan los compatriotas sobre él, dejan mucho que desear de un gobierno que lo haya nombrado “a favor” de quienes lo califican de farsante.

La única forma en que se sabrá verdaderamente lo que este individuo ha hecho, es si las autoridades competentes avanzan junto a las de Estados Unidos, que presumiblemente ya lo están investigando.

Por lo que sabemos, se han presentado denuncias que terminan siendo muy serias en el sistema legal de Estados Unidos y que hay suficiente en Guatemala para que se pudiera presentar una causa en su contra.

Este caso tiene que ser una demostración seria de que no estamos dispuestos a permitir a un gobierno que nombra a “asesores ad honorem” que se cobran con millones por otros lados; que no reconocemos la importancia de la comunidad migrante. Debemos rechazar a todos los oportunistas, pero, principalmente, que no puede ser que gente con tal determinación de aprovecharse de un puestecito que será lo máximo que lograrán en su vida, provoquen daños al país en la manera en que se está conociendo con Marvin Mérida.

Seguramente no les dará pena. Es más, hasta lo pondrán en otro puesto, harán ministro a otro de sus cuñados o le permitirán que siga manejando sus negocios como lo ha venido haciendo. Lo que olvidan muchas veces, es que la justicia ha demostrado recientemente que alcanza a quienes con descaro se aprovechan como en este caso.

Es una pena que el gobierno de Guatemala sea ten irrespetuoso con la comunidad migrante y nombre a una persona que genera tal daño, sospecha y una terrible desconfianza como Mérida. La ley ha aumentado sus tentáculos. Ojalá alcancen a tipos como este.

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