Edgar Villanueva
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Por la vía democrática llegó al poder, un outsider de la política, el que nunca ganaría las elecciones. Se le veía a la cola de las encuestas sonriente, sin verdaderas aspiraciones, mientras los financistas hacían visitas de altares con ella y con él, viejos conocidos en la política y contendientes para la elección.

Pero rápidamente se empezó a caer el ensayo. La imagen de ella se empezó a erosionar por su reciente participación en un gobierno, sus errores del pasado y por sus vínculos con la política tradicional. El “de afuera” empezó a ganar adeptos entre los que se quejaban de la falta de oportunidades, el alto costo de la vida y por el alto nivel de rechazo que generaba la clase política.

Finalmente llegó al poder el que nadie se esperaba acompañado de un séquito de familiares y amigos. Se alojó en un lujoso hotel desde el cual empezó a nombrarlos en puestos de Gobierno, aunque la mayoría tenía escasa o nula experiencia en el sector público. Ha hecho famosas sus apariciones frente a la Prensa y sus mensajes en redes sociales donde siempre hay algún faux pas para el deleite de la prensa y para el descontento de la ciudadanía y mientras pasan los días, este Presidente depende cada vez más de lo que puedan hacer los encargados de las diferentes carteras para sacar el país adelante.

Pareciera el relato de lo que sucede en nuestra Guatemala, sin embargo, lo anterior un detalle, muy breve, de la situación política que se vive en el Norte en estos primeros meses de la nueva presidencia, la cual ha generado incertidumbre en el mundo entero. Las formas poco ortodoxas del nuevo Gobierno tienen en jaque a funcionarios, expertos y estrategas quienes estaban acostumbrados a la estabilidad que genera una burocracia profesional y los famosos “checks and balances” que oxigenan la política norteamericana. Hoy en día, el parecido de la percepción política que se tiene de la situación en Estados Unidos con lo que vivimos presidencia tras presidencia hacia el sur del Río Grande pareciera ser un chiste de mal gusto.

Sin embargo, tal vez esta es una oportunidad para ayudar a nuestros vecinos con las lecciones aprendidas que hemos recogido en el sur con los personajes que han decidido estar preparados para llevar las riendas de nuestras naciones. Si para objeto de análisis necesitan: un millonario convertido en Presidente que no logró separar sus negocios de los negocios del Estado, tenemos varios ejemplos en la región. Si quieren saber cómo terminó aquel que llevó a su familia a las entrañas del poder, también tenemos casos de estudio. O si desearan saber qué pasa cuando un Presidente se rodea de asesores oportunistas que velan más por sus intereses que por los intereses de la nación, tenemos ejemplos recientes para compartir. Ojalá que nuestras desgracias no sean consuelo, y que nuestros errores puedan iluminar un camino donde si no hay norte, en el sur sufrimos muchos.

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