Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Inicio esta columna con una frase que es parte del himno de mi segunda patria, por adopción, Chile, de la cual tengo  y guardo tan gratos recuerdos que forjaron parte de mi forma de ser desde mis años mozos.

Me encuentro en Santiago de Chile para participar en los importantes festejos que durante toda la semana celebrarán los 200 años de fundación de la Escuela Militar del General Bernardo O’Higgins.

En América Latina esta escuela militar es de las más prestigiosas y la más antigua, fue fundada un 16 de marzo hace 200 años, producto de la decisión del héroe de la independencia, general Bernardo O’Higgins, quien consideró que para poder garantizar la existencia de la República era indispensable que la misma contara con una escuela militar que formara a los oficiales, que un ejército profesional debería de tener dentro de su gobierno.

A través de estos 200 años la Escuela Militar del General Bernardo O’Higgins ha cumplido su tarea, de ella han egresado los oficiales que el ejército requiere para la infantería, la caballería, la artillería, la ingeniería, las telecomunicaciones, los blindados y la intendencia o administración de la institución armada.

Son miles los alumnos que han vestido de azul y negro, son cientos los egresados como oficiales de ejército, dentro de ellos existen presidentes de la República y ministros de Estado; sus alumnos extranjeros han provenido de América Latina, Norteamérica y Europa, su educación prusiana ha plasmado su carácter y tradición.

De sus diferentes alcázares han egresado quienes han servido a la patria chilena y luchado en varias guerras. También los alumnos extranjeros que se han graduado en la escuela militar han sido distinguidos oficiales y hombres de gobierno y Estado en sus respectivos países, algunos de ellos en la vida civil han sido diputados, vicepresidentes del Congreso y vicepresidentes de la República, incluso, como en mi caso, hemos sido presidentes en funciones y comandantes en jefe de las fuerzas armadas de nuestros respectivos países.

El 16, 17 y 18 de marzo estarán presentes en las actuales instalaciones de la Escuela Militar representantes de 22 Escuelas Militares del mundo, también estarán presentes exalumnos de más de 70 años de edad de las últimas promociones y las instalaciones serán insuficientes para que puedan estar todos los exalumnos de la gloriosa y hoy bicentenaria Escuela Militar del General Bernardo O’Higgins Chile.

Con emoción y orgullo entonaremos el himno de la escuela, volveremos a decir “en los tiempos heroicos salieron de tu Alcázar, en vuelo triunfal, las cien águilas bravas que hicieron grande a Chile en la América Austral”.

Muchos de los presentes, como yo, tienen más de 50 años de haberse graduado y egresado de la querida Escuela Militar. Todos los miembros de las viejas guardias estamos ya en el límite de nuestra vida natural y algunos, como en mi caso, sabemos que la salud que tenemos ya es precaria, pero sin duda alguna, todos emocionados pensamos que de nuevo estamos en el Alcázar de las cien águilas y que podemos de nuevo cerrar filas y desfilar con paso regular frente al pendón de las cien águilas y de nuestros viejos amores.
¡Guatemala es primero!

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