Félix Loarca Guzmán

Recordar al Doctor Alberto Fuentes Mohr y al Licenciado Manuel Colom Argueta, es recordar dos etapas inconmensurables de la Historia Patria, quienes ofrendaron su vida al transitar el doloroso camino por la búsqueda de la libertad y las transformaciones sociales mediante la vía pacífica.

Los dos eran progresistas, honorables, emprendedores que miraban hacia el futuro comprendiendo las necesidades del pueblo.

Eran los más destacados líderes de la social democracia en Guatemala, constituyendo la última vinculación de nuestro país con el mundo civilizado durante la larga noche de destrucción, violencia y muerte que vivió el pueblo guatemalteco en la década de los años 70, dentro del marco de la Guerra Fría entre las dos grandes potencias mundiales, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, y los Estados Unidos.

Fue la época vergonzosa de la guerra sucia y de los “escuadrones de la muerte”, que según las investigaciones posteriores, estaban integrados por agentes del Gobierno para exterminar a los opositores políticos en el contexto de la Doctrina de la Seguridad Nacional promovida por la cúpula más reaccionaria que gobernaba los Estados Unidos, para la defensa de sus intereses geo políticos ante el “peligro del avance comunista”.

Fueron asesinados en la zona 9 de la ciudad de Guatemala como consecuencia de la ola represiva auspiciada por el Estado terrorista. Fueron víctimas del ánimo homicida que inspiraba la generación militar encabezada por el General Fernando Romeo Lucas García, quien hoy es recordado como uno de los gobernantes más sanguinarios en la historia nacional.

Fuentes Mohr, ex Canciller de Guatemala y ex Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue ultimado a tiros el 25 de enero de 1979 en la 1ª. calle y Avenida La Reforma, zona 9, a inmediaciones del edificio de la antigua Escuela Politécnica.

El 22 de marzo de 1979, el Licenciado Colom Argueta, ex Alcalde de la ciudad de Guatemala y máximo líder de la oposición, fue asesinado en la 5ª. calle y 3ª. avenida, zona 9, cuando se dirigía a la Universidad de San Carlos, en donde laboraba como Profesor e Investigador Académico.

Fue víctima de una emboscada en la cual, según algunas versiones, participaron alrededor de quince hombres armados con ametralladoras.

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