Fernando Mollinedo C.
No se confundan; pedir agua no significa que estemos deseando la muerte nuestra ni la de algún mortal; me refiero al H2O, al agua pura, y pedir suelo no es para que nos pongan tres metros bajo tierra a “ver pasar los aviones”, NO, lo que la población pide, y en algunos casos EXIGE AL ESTADO, es tener disposición al derecho humano de beber agua no contaminada y tierra para la producción agrícola, pecuaria o forestal como actividades productivas y de subsistencia.
Algunos analistas sostienen que el coste de producción de alimentos se refleja en el deterioro de los recursos naturales pues indican que tiende a disminuir la tierra dedicada a la agricultura y la industria alimentaria por el “cansancio” (deterioro en su calidad), fenómenos meteorológicos y sus consecuencias directas como inundaciones y las sequías. A lo anterior, agregamos la incontrolada expansión de las zonas urbanas, la continua migración de personas hacia las ciudades atraídos por el “desarrollo” en busca de mejor futuro económico.
El AGUA superficial y subterránea constituye la base de los recursos naturales para la supervivencia humana y del sector agropecuario, su disponibilidad está disminuyendo en términos de metros cúbicos por habitante; a grosso modo se calcula que el 65 por ciento del agua disponible se usa en la agricultura; el 25 por ciento en la industria y el 10 por ciento a usos domésticos, independientemente de su contaminación. Valdría la pena que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación nos ilustrara al respecto.
Respecto al SUELO, aún existen “NINIS” extensiones de tierra: ni las cultivan, ni las alquilan, ni las venden ¡ni ni nada! mientras un fuerte sector de la población campesina desea tener acceso a esos recursos por la vía legal para su subsistencia; lo ideal sería que las nuevas tecnologías en la industria alimentaria y en la agricultura tales como fertilizantes, semillas, pesticidas y sistemas de irrigación mejoraran la disponibilidad de alimentos e incidiera directamente en la disminución del hambre.
Considero urgente que los sectores involucrados en el tema de los recursos naturales lo aborden de manera seria, tomando en cuenta los indicadores respecto a su cantidad y calidad para beneficio de la población existente.
La competencia por el agua con propósitos de uso industrial llevó a muchos empresarios a desviar ríos, a desfogar sus porquerías químicas y materiales en manantiales, ríos, lagos, lagunas y estanques entre otros lugares de acaparamiento, con el resultado de atentar contra la vida animal y humana cuyo principal recurso natural de sobrevivencia es el agua que ahora contaminan de forma inmisericorde sin que las autoridades intervengan para frenar dichos actos criminales.
El equilibrio entre las actividades del sector agropecuario, el cuidado del medio ambiente y la seguridad alimentaria para la población vulnerable, podría ser el resultado del uso sostenible de los recursos. Insisto, sólo el agua y el suelo como elementos vitales garantizarán la subsistencia alimentaria debiendo evaluar su calidad y factibilidad de uso. LOS CAMPESINOS TIENEN DERECHO AL USO DE LAS TIERRAS NACIONALES.