Claudia Navas Dangel
cnavasdangel@gmail.com

En mi país la gente no muere solo por tener muchos años o por una enfermedad incurable. En mi país las personas mueren porque hay muchos (y muchas claro) que conducen irresponsablemente, bajo efectos de alcohol y estupefacientes y de paso destruyen monumentos históricos. Pero en mi país la gente muere, también, por salir a trabajar; y es que en los buses muchas veces la muerte los espera detrás de un delincuente que con libertad total desenfunda el arma y apaga una vida a cambio de un celular, lo mismo muere una persona que alza la voz, un periodista que denuncia actos de corrupción.

Las personas en mi país no mueren solo por el frío que pasan en las noches en las calles oscuras; pierden la vida cuando el río se desborda, cuando el volcán se derrama, cuando las lluvias no cesan.

En mi país muchas personas no mueren completas, sus brazos no encuentran el resto de sus cuerpos, sus cabezas ruedan perdidas, degolladas.

Las personas en mi país mueren desde pequeñas. Niños y niñas terminan sus días, que apenas amanecen por balas, machetazos, cuchillazos y golpes. Pero hay más: en mi país, los niños y niñas mueren por hambre como en ningún otro lado en el mundo. La desnutrición los acaba.

Las mujeres en mi país mueren por celos, por levantar la voz, porque la comida no tiene la temperatura adecuada o porque estorba los planes de un macho amparado por aplausos de una sociedad que hace grande al que pega, al que grita y al que engaña.

En mi país las personas parecen no enterarse de todo esto. Las personas que gobiernan y gobernaron mi país, simplemente hacen caso omiso de este tema y la gente se muere.

En mi país se muere por hambre, se muere por pobreza, se muere porque algunos así lo quieren y porque a muchos no les importa.

Las personas en mi país no saben al salir por la mañana si regresarán en la noche. Muchos niños y niñas de mi país, jamás irán a la escuela porque no cumplirán 5 años o porque no podrán ni moverse, ni pensar, ni entender, lo cual también los va matando.

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