Félix Loarca Guzmán
El genial caricaturista mexicano Eduardo del Río, más conocido por su nombre artístico de Rius, escribió en una oportunidad que si bien es cierto que la historia siempre la escriben los vencedores, de repente también los vencidos pueden hacerlo.
Esta reflexión cae como anillo al dedo ahora que nuestro país nuevamente está polarizado, por la discusión de la reforma constitucional destinada al reconocimiento del derecho indígena.
El tema ha provocado una profunda división social, especialmente por la agresiva y desorientadora campaña mediática promovida por el poder económico, que agrupa a las cámaras patronales, tratando de descalificar la iniciativa con una serie de falsedades y mentiras.
Históricamente está demostrado que, el poder económico no necesariamente defiende los intereses del pueblo, sino los intereses de la minoría que representa, la cual tiene bajo su control el poder político y financiero de la Nación.
Con frecuencia es conveniente recurrir a la historia para recordar nuestro pasado, ya que el mismo nos puede ayudar para comprender el presente. Es ilustrativo señalar que con motivo del llamado descubrimiento de América en 1492 por el navegante genovés Cristóbal Colón, con el apoyo de los Reyes de España, se han escrito muchas “bellezas” sobre tan controvertido personaje.
Sin embargo, Rius ha demostrado en su libro Descubriendo a Colón, que muchas de las cosas que se han dicho y se enseñan a los niños en las escuelas acerca de este señor que llegó a ostentar el título de Almirante, han resultado ser todo un fraude.
Todo lo que se repite con frecuencia acerca de don Cristóbal, únicamente ha servido para encubrir una bola de crímenes, saqueos y muertes.
Rius señala sin rodeos, que con el desembarco de Cristóbal Colón en tierras americanas, se inició el genocidio más grande de la historia.
Desde entonces también empezó el despojo de las tierras y de las mayores riquezas de los pueblos indígenas como el oro, la plata y otros recursos naturales. El saqueo aún continúa, así como la negación de sus derechos.
La campaña mediática contra el reconocimiento de la jurisdicción indígena, está encubierta de un ropaje racista y de estigma social contra los indígenas y ello no contribuye a la paz social.