Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Continuando con el análisis de la sesión solemne del 14 de enero de 2017, la misma fue positiva aun cuando el Presidente y Vicepresidente de la República se presentaran innecesariamente tarde al hemiciclo del Organismo Legislativo.

Previamente, se desplazaron a pie del Palacio Nacional al Palacio Legislativo, hecho que fue cubierto y transmitido por el Canal de Gobierno y que coincidentemente implicó que no estuvieran presentes en el acto donde el presidente saliente del Congreso, Mario Taracena Díaz-Sol hizo uso de la palabra. Tampoco estuvieron presentes en el momento de traslado de responsabilidades de la Junta Directiva saliente a la Junta Directiva entrante.

El argumento que expresó el Presidente fue el que solo habían sido invitados para presentar su informe de labores anual al pleno del Legislativo y no para la totalidad de la sesión solemne.

Quienes conocen y han vivido dicho protocolo saben que ese argumento es improcedente, adicionalmente tiene un significado político. Al contrario, estuvo presente para escuchar el discurso del Presidente del Congreso entrante, que por cierto fue tibio y pálido, y dicho discurso si fue transmitido por el Canal de Gobierno.

También es censurable que cuando el Presidente de la República hiciera uso de la palabra para presentar un resumen de su gestión de gobierno, la totalidad de los diputados de la bancada UNE hayan abandonado el Hemiciclo, por cuanto esos actos no contribuyen a una buena comunicación y a un mutuo respeto sino son acciones que pueden calificarse de “ojo por ojo”.

El Presidente hizo una interesante exposición de lo que considera sus logros, sin embargo, como lo calificara el presidente Alfonso Portillo (2000-2004), en un posterior foro televisivo, no son los hechos realizados los únicos que se deben de evaluar en la gestión de gobierno sino también las omisiones, por cuanto no es lo mismo hablar de turismo que hablar o no hablar de la Canasta Básica alimenticia, de la política salarial y de otros grandes problemas que afectan a gran parte de la población del país.

El informe presentado por escrito se mira formalmente bien diagramado, bien impreso, en excelente papel; sin embargo, según lo manifestado por Segeplan, no efectuaron más que mil copias del mismo que por cierto no estaban listas como deberían de haber estado para entregarle en esa sesión solemne a cada uno de los diputados.

Si la misma Segeplan sabe que mil copias son insuficientes debió haber impreso dos mil y gastarse no Q50,000.00 sino Q100,000, cantidad que no es significativa, especialmente si se recuerda que una película que se está tratando de hacer el gobierno, como una especie de culto a la personalidad de Erick Barrondo, va a costar, según lo informado, $50,000.00 dólares.

Concluida la sesión solemne y de forma sumamente adecuada, el Presidente y Vicepresidente efectuaron una reunión en el Palacio Nacional de la Cultura, donde en el bellísimo Salón de Recepciones los ministros efectuaron una exposición de lo que cada uno había realizado durante el primer año de gobierno.

Al acto debió invitarse al Cuerpo Diplomático, expresidentes y exvicepresidentes porque, sin duda alguna, hubiera tenido mucho más trascendencia. El mismo fue transmitido en vivo por el Canal de Gobierno y repetido varias veces, lo que ha permitido escuchar y analizar cada una de las presentaciones, las que individualmente comentaré en esta columna.

¡Guatemala es primero!

Continuará…

Artículo anteriorLa universidad en quiebra
Artículo siguienteLos laberintos de Jimmy Morales