Me llama mucho la atención del porqué los impulsores de la concesión de TCQ a favor de APM Terminals, argumentan que si no se hace perderemos un Puerto en el Océano Pacifico. Entonces cabría preguntarse cómo se puede llamar a la EMPRESA PORTUARIA QUETZAL -EPQ-, CUYA OPERACIÓN DATA DE HACE MÁS DE 30 AÑOS y trabaja también, como una terminal de contenedores, que mueve en el año más de 250 mil contenedores, de los cuales un 80% va de tránsito. De lo anterior se desprende que tal afirmación no es cierta, por el contrario se confirma que TCQ no es más que un apéndice de la EPQ. Lo que si es cierto es que si nos descuidamos el apéndice puede acabar con el principal, con lo cual sí estaríamos perdiendo un Puerto Nacional en el Océano Pacifico.
El Plan B para darle una adecuada solución al Caso TCQ en favor de los intereses de Guatemala, debería comenzar, mediante la aplicación del debido proceso, por EL COMISO de las construcciones y otros haberes vinculados a la negociación de TCQ, como lo ha sugerido reiteradamente y con profundidad jurídica el Licenciado Acisclo Valladares Molina. Luego de finiquitarse el proceso de Comiso, ya se podría definir si se hace una licitación pública internacional para dar en concesión la terminal de contenedores, o si bien, con un sentido nacionalista, las instalaciones se utilizan para la ampliación de las propias operaciones de la EPQ, para mejorar su competitividad, en una correlación de puesta a tono con las mejoras y ampliación que se están realizando en Puerto Cortés, Honduras. Si no se quisiera recurrir al Comiso, se puede convocar una licitación pública internacional, en donde figuraría como parte de las responsabilidades del concesionario hacerse cargo del pago de las acreedurías generadas por las construcciones e instalaciones existentes y el resto de condiciones aplicables a este tipo de negociación, para adjudicarla a la mejor postura económica, que beneficie a nuestra querida Nación.
En comentario aparte, me interesa tratar lo concerniente a las mejoras y ampliaciones que mediante concesión, producto de una licitación pública internacional se realizan en Puerto Cortés, Honduras, del lado del Océano Atlántico, pero no se escucha, se haga lo propio del lado del Océano Pacifico y por tratarse, en el caso de Puerto Cortés, de una Terminal de Contenedores que permite el atraco de portacontenedores de gran calado,como los de la clase Postpanamax, cabría preguntarse cómo van a transferir de un Océano a otro los contenedores, a menos que, dentro de sus proyectos esté que el traslado se haga por la carretera CA 9 norte y sur, utilizando como plataforma nuestro País como un CANAL SECO para desembarcar y embarcar en Puerto Quetzal (TCQ). Lo anterior me lleva a pensarlo así, porque ya van muy avanzados los tratados entre Guatemala y Honduras para declarar abiertas las aduanas entre ambos países, lo cual facilitaría el trasiego de los contenedores que van de tránsito de un puerto a otro, con el consecuente incremento de tráfico de transporte pesado en nuestras carreteras. Todo lo cual vendría a agudizar el problema de congestionamiento vehicular que ya padecemos en la Ciudad Capital.
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CPA Licenciado Ricardo Contreras Cruz
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