A partir de los procesos que empezaron en abril de 2015, la discusión sobre la importancia de la existencia del antejuicio en el sistema guatemalteco se ha intensificado porque la gente ha entendido que su razón de ser ha sido totalmente traicionada por la práctica de los políticos.

Resulta que originalmente se pensó en una figura que evitara abusos de terceros en contra de quienes ejercieran el poder que por medio de demandas o procesos falsos pudieran evitar que se dedicaran al ejercicio de su función.

Sin embargo, en el caso de Guatemala lo que se tiene es prácticamente una banda de delincuentes que necesitan el antejuicio como valladar que limita las investigaciones e impide enderezarles causas judiciales por los delitos y abusos que comenten utilizando su puesto como plataforma.

El procedimiento, según la ley vigente, es que ni al Presidente, Vicepresidente, secretarios de Estado, ministros, diputados, jueces, magistrados, alcaldes, etc., se les pueden iniciar una investigación si primero no se ha logrado eliminar el antejuicio al que tienen derecho, pero sin capacidad de investigar es imposible presentar elementos de juicio para que amerite eliminarles la protección.

Es contradictorio que se prohíba investigar, pero se exige que para considerar levantar el antejuicio se presenten evidencias de peso que justifiquen tal determinación. Por ello es que es prácticamente imposible empezar cualquier proceso si identificar evidencias o encontrar vínculos de los acusados puede ser la causa de ilícito de parte de las entidades de investigación penal porque se viola la inmunidad que el puesto otorga.

Con la propuesta de reformas, se está pidiendo que aun al mantener el antejuicio como tal, se levante la prohibición de investigar a los beneficiados con tal figura con el objetivo de que pueda avanzarse la investigación penal de manera exactamente igual que a cualquier otro ciudadano.

Por supuesto, los alcaldes, diputados, magistrados de la CSJ, Presidente y Vicepresidente junto a su Gabinete, se oponen a dicha medida porque tienen enfrente el ejemplo de todos los que han ido cayendo a partir de un nuevo ritmo en la persecución penal.

Y es que ha sido a partir de abril que “intocables” han ido cayendo simplemente porque se ha logrado armar casos con tal contundencia que fue imposible contradecirlos o evitar su avance en los tribunales de justicia.

Por ahora, los diputados y el sistema corrupto pelearán con uñas, dientes y todas sus armas para evitar que les quiten ese derecho. Mientras que los ciudadanos a seguir aguantándoles los abusos y delitos que cometen desde sus posiciones de “servidores”.

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