Claudia Escobar. PhD.
claudiaescobarm@alumni.harvard.edu

En estas fechas no puedo dejar de recordar que en el año 2014 se llevó a cabo el proceso de elección de Magistrados para Corte de Apelaciones y Corte Suprema de Justicia más cuestionado en la historia de nuestro país, en el que resultaron electos los actuales funcionarios judiciales de dichas cortes. El mismo fue manipulado por grupos de poder interesados en mantener la impunidad.

Al haber sido electa dentro de dicho proceso y conocer de cerca las irregularidades de la elección, el día 5 de octubre renuncié públicamente al cargo de magistrada y denuncié que la elección de magistrados atentaba contra la independencia judicial. Respaldaron mi postura las juezas Ana Vilma Díaz, Patricia Gámez e Ina Girón, a quienes les agradezco profundamente. Unos días después otros jueces también levantaron la voz. Varios de estos funcionarios han sufrido represalias e intimidaciones por parte de los magistrados electos.

Muchos jueces de carrera, funcionarios comprometidos con la justicia del país, participamos de ese proceso; pero pocos fueron electos pues las comisiones privilegiaron la elección de abogados sin trayectoria judicial, dispuestos a acatar instrucciones de quienes los apoyaron.

Como lo manifesté en su oportunidad y lo reitero hoy: “Estoy muy orgullosa de ser juez, de la labor que desempeño y de compartir con jueces profesionales que viven los valores de libertad, transparencia y justicia. Jueces que día a día dictan sentencias apegados a su conciencia y respetando la ley, llegando incluso a arriesgar su vida por ello. Son funcionarios judiciales que sirven a la justicia y no se sirven de ella. Algunos de estos jueces fueron nombrados como magistrados y tienen el legítimo derecho de optar a cargos públicos y ser electos. Sin embargo, los procesos que llevaron a cabo las Comisiones de Postulación, deslegitiman su nombramiento, porque esos procesos están plagados de irregularidades.”

El perfil de la actual Magistrada de la Corte Suprema de Justicia, Silvia Patricia Valdés Quezada, recién electa como presidenta de la Corte, pertenece a ese grupo de jueces que han desarrollado toda una carrera en el Organismo Judicial. Patricia Valdés se formó en el Organismo Judicial, donde ejerció distintos puestos como auxiliar de justicia, luego como parte de la primera promoción de Jueces de Instancia, ingresó a la Escuela de Estudios Judiciales. Mientras fue juez su actuar estuvo enmarcado en la ética. Desempeñó dicho cargo por más de 10 años y posteriormente fue electa Magistrada de Apelaciones y nombrada como presidenta de la Sala 2ª de Apelaciones del Ramo Civil y Mercantil durante el período 2009-2014.

Sobre la Magistrada Valdés, como sobre todos los demás magistrados electos en 2014, pesa la duda de los intereses que los llevaron a ser nombrados. Actualmente dos de los magistrados enfrentan procesos judiciales por corrupción. Por lo que ella tiene ahora la difícil tarea de demostrar que es totalmente independiente. Además le corresponde recuperar la credibilidad del Sistema de Justicia, sin responder a las presiones de los grupos que privilegiaron su elección.

Quienes conocemos a Patricia Valdés esperamos que su labor fortalezca la Carrera Judicial y que cumpla con la premisa manifestada de forma contundente por un juez valiente: “Los jueces no pedimos ni hacemos favores…”. El juez Víctor Manuel Barrios falleció recientemente, pero vivió de acuerdo con sus principios y cuando fue necesario defendió públicamente la independencia judicial. Siempre se le recordará como un juez que mantuvo su dignidad.

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