Raymond J. Wennier

Se define el concepto sistema como un grupo de elementos interactuando, interrelacionando o interdependiente, formando un TODO complejo. El sistema cerrado educativo tiene sus raíces en el Modelo de Fábrica del siglo pasado. Cada trabajador tuvo su función en la línea de ensamblaje sin salir de esa rutina de, como un ejemplo, “apretar los tornillos de un producto en proceso”. Aplicado a la educación, es lo que hemos hecho por años. El proceso en el aula está centrado en el maestro con un currículo elaborado por terceras personas que limita los temas a abordar a lo indicado en ello. Es básicamente una pedagogía de “DRILL and KILL”, MEMORIZACIÓN Y DEVOLUCIÓN, utilizando hojas de trabajo hasta el aburrimiento de los alumnos y otros métodos del mismo tipo. Luego vienen los exámenes que cubren únicamente los puntos del contenido que, con suerte, han sido cubiertos por el maestro.

Este sistema permite pocas oportunidades de variar de lo establecido en el currículo por falta de tiempo para cubrir todo.

Los ambientes escolares son lugares aislados uno del otro y los maestros son islas en sí, hay poca conexión e interrelación y comunicación en el establecimiento escolar. Es una actitud individualista y posesiva. Mi clase, mis alumnos, mi planificación, mis exámenes, etc.

Los alumnos no tienen la posibilidad de escoger entre lo que habla el maestro y la verdadera forma de percepción (multi – sensorial) de ellos.

La respuesta única está a la orden del día. ¿Qué es…? ¿Puede nombrar…? ¿Qué pasó?, son preguntas limitantes a un conocimiento superficial.

En cambio, el Sistema Abierto consiste, entre otros elementos, de lo siguiente.

Tanto hablamos actualmente de la necesidad de formular preguntas abiertas a los alumnos que no reflexionamos sobre lo que eso significa en el proceso educativo PARA el aprendizaje.

Tenemos que ser consecuentes dentro del proceso educativo y hablar del sistema abierto en una interrelación dinámica, ágil e integradora. Por consiguiente, además de hablar del sistema abierto, tenemos que hablar de un sistema que inicia con el “openmindedness”, apertura mental, de todas las personas involucradas en el proceso educativo, sean administradores escolares, docentes a todos los niveles, padres de familia, los alumnos y todos las personas que elaboran las políticas educativas para el sistema. También, este grupo de actores normalmente funcionan aislados unos de otros. Un ejemplo es que el administrador de una escuela, en muchísimos casos, da clases y, además, tiene que llenar papelería de variados tipos, sin interactuar académicamente con los otros maestros. Es decir que el sistema no permite que él o ella sea un líder educativo dentro de su esfera de influencia. Es necesario que todas las personas involucradas repiensen la funcionalidad del sistema actual en relación a las necesidades educativas para el siglo XXI. Además, eso requiere estar dispuestos al cambio y lo que sería su compromiso en la implementación de los cambios para mejorar el sistema educativo.

La apertura mental tiene que ser libre de prejuicios e ideas preestablecidos para mantener el estatus quo, más bien es ser un RECEPTOR a nuevas ideas o razones para la buena implementación de cambios al sistema. ¡ES REFLEXIONAR!
Sigo la semana entrante.

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