Jorge Santos

Muy probablemente Guatemala es uno de los países con un elevado número de estudios e investigaciones académicas que dan cuenta de sus males, los cuales en su enorme mayoría establecen las causas y orígenes de la pobreza y pobreza extrema, de la desnutrición crónica, de las altas tasas de mortalidad materno infantil, de los bajos niveles de escolaridad, violencia y marginalidad entre otros, a la forma en la que se ha impuesto el Modelo de Desarrollo y de Estado en el país.

En Guatemala, bien uno podría afirmar que la naturaleza y las causas de la riqueza de la elite económica están intrínsecamente desarrolladas a las posibilidades del andamiaje institucional que el Estado guatemalteco permite. Para nadie es un secreto que las obscenas fortunas construidas a lo largo del tiempo, siempre están vinculadas a determinadas acciones y/o políticas desarrolladas por diferentes gobiernos de turno, que han abierto la posibilidad de construir fortunas en detrimento de las posibilidades de desarrollo económico y social de todos y todas.

Es por todos bien conocido que en la actualidad las fortunas de las familias alrededor de negocios como el café, la caña de azúcar, el banano, el cemento, la cerveza y el ron, entre otros productos, han sido producto de la acción de gobernantes que han puesto en bandeja de plata el accionar de estas, proveyendo para ellas, recursos económicos vía el erario público, tierra expropiada a la población, disponibilidad de fuerza de trabajo y privilegios. Si Adam Smith hubiese conocido la forma en la que en Guatemala se ha producido riqueza, sin lugar a dudas su magistral obra “investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones” tendría un capítulo dedicado a explorar las formas espurias de producir riqueza y tendría como ejemplo a este país.

Hoy atravesamos una crisis de ese Modelo de Desarrollo y de Estado impuesto por una elite económica que se niega a ceder siquiera un ápice sus históricos privilegios y muy por el contrario exige más y genera propuestas que profundizan las causas que generaron esta crisis. La respuesta que desde la elite económica del país, representada en el CACIF no es más que continuar profundizando la propuesta neoliberal, ampliando sus privilegios y prebendas por parte del Estado. A la crisis en el Sistema de Salud, su propuesta está encaminada hacia la privatización del mismo, como el resultado de lo que han dado por llamar maliciosamente la “desmonopolización” del IGSS.

En educación, la propuesta ha ido de la mano, de la perversa y errónea idea que la educación tiene como único fin la producción de seres humanos para el mercado laboral y desde esa peregrina idea, han impulsado una Reforma Educativa que sólo devendrá en la profundización de nuestros añejos males. Su última propuesta como respuesta al grave problema fiscal en el país, es la de impulsar una Reforma que como era de esperarse, siga presionando aún más a las capas medias y empobrecidas con un aumento del IVA y la ampliación de la base tributaria.

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