Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Hay que ser remero antes de llevar el timón, haber estado en la proa y observado los vientos antes de gobernar la nave”
Aristófanes

Uno de los fenómenos, que vive actualmente la sociedad guatemalteca es la total ausencia, política y física del Presidente como Mandatario del país, es de reconocer que cuando ha hablado, nos ha dejado boquiabiertos, por no actuar como lo que es: el representante de todos los guatemaltecos.

Vemos en los medios de comunicación, por su labor más al señor Velásquez de la CICIG, que al propio mandatario, y cuando sabemos de él, es con los niños de las escuelas públicas, por sus viajes (O por lo que dice, hace, deja de decir o hacer en los mismos) sus intervenciones públicas han sido controversiales en muchos casos, como, cuando malamente imito el desfile, más parecía un niño marchando.

Pero lo que importa al país, como sociedad es su actividad dirigiendo al Ejecutivo, ¿Cuáles han sido sus logros? No muchos, si tomamos en cuenta que ya principiamos el segundo semestre de su primer año de gobierno, y que hasta la fecha, las manifestaciones las tenemos con nosotros un día sí y otro también, que el Sistema de Salud se encuentra colapsado, el educativo otro tanto, y que no vemos un plan de gobierno en desarrollo.

¿A qué se debe lo anteriormente expuesto? A que el señor Morales, no contaba con personas adecuadas para formar un Gabinete, y tira de un personaje por acá, de otro por allá, pero no se percibe un programa de gobierno concreto, por lo que, no lo vemos haciendo gobierno, y, tampoco ejerciendo la función pública para la que fue electo, lo vemos más como Jimmy, el muchacho que soñó con ser presidente, que como el Señor Presidente.

El ejecutivo por lo tanto se aprecia acéfalo, con cambios de ministros muy frecuentes y sin una lógica política, no podemos identificar un patrón establecido, más si mucho desorden, una mayoría argumenta, que él probablemente es buena persona, pero no ha sabido elegir bien, para gobernar un país se necesita más que eso.

De ahí que lo sintamos ausente, prácticamente invisible, ya que las pocas veces que ha intervenido no ha sabido dominar su carácter, y las demás (Que son pocas) se lo ha tomado a broma, por lo que se vive un ambiente de falta de dirección en el Ejecutivo, adicional a lo anterior que los muertos aumentan diariamente, las carreteras siguen igual, la pobreza va en aumento, no existe un programa de trabajo, el gasto social es nulo, leemos en los medios tradicionales y las redes sociales más noticias (Malas por cierto) del gobierno anterior que de este, porque las mismas no son generadas. Eso sí, los memes sobre la figura presidencial abundan, tomando en cuenta nuestra sociedad que ríe de sus tristezas, increíblemente se encuentra bastante cotizada su imagen.

Como sociedad que buscaba un cambio, nos merecemos algo más, una persona que conozca al Estado, que tenga conciencia social, don de gentes, pero mano dura (La de verdad) cuando sea necesario, no un personaje que cuente historias, un personaje que haga historia, pero en este momento, lo que estimamos que el Ejecutivo es un ente anónimo, intervenido por agentes ajenos al electo presidente, que siempre ha sido así es cierto, pero que hoy lo es mucho más lo es también lamentablemente, ya que la figura del Presidente como tal, es invisible, tomando en cuenta que nuestro sistema político es republicano y presidencialista, es bastante lamentable escuchar que cuando se habla del Presidente se comenten sus errores, no sus logros, porque hasta el momento si los tiene son muy pocos.

Esperemos que el actual inquilino de Casa Presidencial recapacite, y si no sabe qué hacer, cambie de asesores, aún tiene tres años, y un piquito, para no pasar a la historia como el contador de historias que se creyó presidente (con minúsculas).

Artículo anteriorCapturan a presuntos secuestradores de menor en Santa Rosa
Artículo siguienteFilosofía Intercultural