Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

La importancia de normas claras y exactas que garanticen y protejan al consumidor se ha evidenciado en la mente de la ciudadanía, de forma clara y concreta. Prueba de ello es que el gobierno que presidió Alfonso Portillo, al velar por la Canasta Básica Alimenticia y por los salarios mínimos, se ha reflejado en la opinión de la ciudadanía que le ha concedido, hace algún tiempo en las encuestas que ha hecho la prensa, hasta un 62%, muy superior a Álvaro Arzú, a Óscar Berger, a Álvaro Colom y sin duda alguna también a Otto Pérez Molina.

Como puedo testimoniar, fue el trabajo colectivo de ese gobierno, a través de la Vicepresidencia, del Gabinete Económico y del Ministerio de Trabajo, bajo el liderazgo de Alfonso Portillo, el único gobierno que verdaderamente se ha preocupado por el consumidor.
Las personas, especialmente las amas de casa, no necesitan propaganda, los hechos los comprueban en el día a día en los mercados, en los supermercados cuando adquieren los productos que consume permanentemente su familia. Lo mismo sucede en las gasolineras, donde se deben de reabastecer de combustible todos los vehículos individuales y colectivos.

El salario mínimo se achica o se mantiene dependiendo que por lo menos cada año se actualice; es decir, se reajuste y aumente para absorber la inflación de la canasta básica y demás productos de consumo permanente y para ver si ese salario mantiene o mejora el poder adquisitivo de los millones de asalariados del país.

El presidente Jimmy Morales y el vicepresidente Jafeth Cabrera saben, si lo dudan lo comprobarán, que sus principales fortalezas ante los electores que los llevaron a la primera magistratura no son sus discursos, ni los viajes que realizan al interior del país o a los países amigos; su principal carta social, económica y política es la protección y la mejora al consumidor, insisto “barriguita llena, corazón contento”.

El guatemalteco no inmigra por razones turísticas, inmigra por necesidad, buscando mejorar su ingreso, el de sus padres, el de sus hijos, de su esposa, de quienes se quedan atrás. A la ciudad donde llega vive con sacrificio, ahorra hasta el último centavo, su principal objetivo es enviar una remesa familiar que le permita a sus seres queridos vivir y si es posible mejorar en su nivel educativo, en su casa de habitación y en todos los aspectos materiales que todas las personas sin excepción desean como ciudadanos y materializan con sus ingresos como consumidores

El binomio presidencial es el primer responsable de velar porque el Ministerio de Economía cumpla con estimular la libre competencia y mantener la Canasta Básica Alimenticia a los mejores precios posibles.

Guatemala como pequeño país que es, le permite a muchos de los consumidores comparar cuál es el precio de un cartón de huevos, de un paquete de pastas alimenticias, de una botella de aceite, de un pollo entero o por partes, del jabón, de los cereales y de todo lo que consumimos día a día.

Tapachula es el lugar donde más se pueden comparar los precios, pero también se comparan con El Salvador y Honduras, todo depende donde la persona viva.

Este año es el primer año de gobierno y por consiguiente es la prueba de si los gobernantes electos se preocupan o no del consumidor, de los trabajadores y del país.

¡Guatemala es primero!

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