Marco Tulio Trejo Paiz

El periodismo moderno que se estila en los Estados Unidos de América ha puesto en práctica en los medios de comunicación lo que se ha dado en llamar el «lid» (escrito en español o el «lead», en inglés), que contempla las «cinco W», interpretadas como Qué, Quién, Cuándo, Dónde, Por qué, con lo cual se da la idea o simplemente una pequeña síntesis de un suceso con proyección al público lector, oyente o televidente.

En seguida se redactan los pormenores de lo que ha acontecido. Eso es lo que obliga o exige la técnica periodística.

Pero, como se comprueba en la realidad, muchos órganos de prensa o casi la totalidad, vienen prescindiendo de la referida técnica del periodismo de antaño y como dejando en el vacío el periodismo de no muy lejanos días.

Las cinco doble W tienden a suscitar a la gente ávida de conocer lo que pasa en el país, sin dejar de lado una información circunstanciada.

Los muchachos y las muchachas que, al terminar sus estudios de ciencias de la comunicación, están saliendo de las aulas con sus respectivos títulos, saben, según creo, que el «lid» de las perrachicas es indispensable; más, como que por la premura con que las estructuran en las salas de redacción, donde los acicatean los jefes de redacción, hacen caso omiso del «lid» y, de esa manera, dejan inconcluso lo que teclean introductoriamente.

Entretanto, el público se queda ignorando lo que acuciosamente pueden echar al vuelo los reporteros- redactores.

Considero que es de suyo importante sugerir a los apreciables colegas que tienen a su cargo la tarea de que todas las noticias se publiquen con todo lo que está escrito en los medios de comunicación en general para que lo conozca la ciudadanía, en particular los familiares de las víctimas de los criminales y de los causantes de los accidentes, entre otros, que incurran en responsabilidades legales deducidas en los tribunales de justicia jurisdiccionales. Así lo pide atufo a voz en cuello el respetable Juan Pueblo.

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