Rolando Alfaro Arellano

Dedicado al nuevo Ministro de Educación.

El entorno es todo lo que nos rodea, sea agua, aire, suelo, recursos naturales, atmósfera, etcétera, pero en nuestra otrora Tacita de Plata, hemos venido sufriendo toda clase de contaminaciones que, precisamente, conllevan las amenazas a todos aquellos recursos antes citados y a la propia existencia humana.

Sin embargo, en lo que atañe al recurso suelo, muchas personas, quizás por ignorancia, no le han querido dar la importancia que se requiere; y, es precisamente, lo que en esta nueva serie de artículos, pretendemos desarrollar.

El tema ambiental se ha divulgado en nuestro entorno humano por politiqueros, ambientalistas activistas, expertos, universidades y en otras actividades del saber humano. Pero lo que no se ha trabajado profundamente es la educación primaria y secundaria.

En ese sentido, es verdaderamente penoso, que hasta las personas mayores de edad, no conozcan los beneficios de la naturaleza y peor que no le den la importancia que tienen las fuentes de vida.

La reciente catástrofe del basurero de la zona tres es una prueba contundente de lo anteriormente afirmado; el pueblo de Guatemala no está debidamente educado para respetar la naturaleza.

Ven muchísimas personas, los beneficios del agua, pero no cuidan sus fuentes y conservación, y ello, como un simple ejemplo se pueden señalar las constantes protestas de pobladores de la región norte que si bien es cierto que manifiestan para cuidar aguas, también, no se dan cuenta, que los señores legisladores continúan sin revisar las iniciativas que en tal recurso se han presentado en dicho lugar.

Otro tanto podemos afirmar con los demás recursos naturales, pues no se protegen.

En consecuencia, si no se ha resuelto el cuidado de nuestro entorno humano, menos podemos observar que las autoridades competentes se preocupen de atender los bellos lagos de Amatitlán, Petén Itzá, Izabal, y demás recursos.

En sucesivas entregas de este preocupante tema abordaremos la terrible indiferencia de algunas autoridades de no atender éticamente los diversos problemas que como el basurero de la zona 3, han venido siendo de menos, provocando alteraciones climáticas, contaminación del aire y del suelo.

Continúa.

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