Edith González

«Ningún crimen tiene fundamentos razonables.»
Tito Livio

Una investigación realizada durante seis meses, por Ricardo Gatica Trejo, sobre la violencia que afecta a los guatemaltecos determina cómo en nuestro país, hay días y horarios específicos para el crimen. Igualmente revela el promedio de edad y el género de las víctimas; así como el tipo de arma usada en la comisión del delito que ciega la vida de las personas.

Es importante destacar que durante los años de la guerra, el asesinato era de tipo ideológico y que nunca alcanzó la atrocidad de los tiempos de paz. (Descuartizamiento de las víctimas o la cantidad de balas recibidas).

La investigación revela, que entre las 21:00 y las 5:00 horas del día siguiente se comete el 89 % de los asesinatos y los mismos son perpetrados en las zonas 7, 6, 5, 4, 10 y 12. En los días viernes, sábado y domingo, es cuando se cometen más crímenes.

El arma utilizada en un 96 % es la de fuego y generalmente las víctimas mueren tras recibir entre cinco y doce balazos. Estas armas en un 86 % son automáticas, de las cuales apenas el 12 % son recuperadas para investigación.

En cuanto a género, la muerte de hombres se produce en un 85 % y la edad de las víctimas se encuentra entre 5 a 70 años, lo que nos demuestra que nadie escapa, siendo la media entre 23 y 35 años y la moda entre 18 y 25 años.

A los ataques armados 17 % las victimas sobreviven, aunque el 10 % sufrirán lesiones permanentes para el resto de sus vidas, con las consiguientes cargas para la familia y la sociedad.

En un fin de semana, en el Hospital Roosevelt, de diez adolescentes que ingresan heridos, siete quedaran inválidos permanentemente por lesiones en la columna vertebral.

De los hechos reportados, en especial en la vía pública, solo el 5 % de los casos es aclarado y de los capturados, apenas el 2 % llega a sentencia en los tribunales y los responsables sentenciados. Se trata de personas menores de 20 años.

En este caso el promedio de edad de los inculpados, es de 23 años, de los cuales el 3 % son mujeres. Se ha comprobado que la escolaridad de este grupo no es mayor a la primaria. Un detalle es que se trata de la tercera generación de guatemaltecos que llegaron del interior del país, tras el terremoto del 76.

Los móviles de los ataques armados, en un 76 % son producto de acciones del pandillerismo, un 10 % de asaltos con ocasión de robo y el resto problemas de tipo familiar.

Es importante destacar que el departamento más violento, después de Guatemala, es Escuintla, seguido de Izabal y en tercer lugar Quetzaltenango que en los últimos meses elevó los actos de violencia.

En un «día normal» en el territorio nacional el número de muertes por violencia es de 17, pero en determinadas fechas, como fines de semana o largos asuetos se puede elevar a 27, más de 2 por hora.

La información podrá orientarnos para alejarnos de sitios y horarios en donde nuestra vida pueda correr peligro, a la vez de buscar ser mejores personas para evitar llegar a discusiones que desencadenen en actos de violencia.

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