Roberto Arias

El título es un adagio latino que literalmente se traduce como “Si quieres la paz, prepara la guerra”. Hay quienes le atribuyen la máxima a Julio César; en realidad deriva de un pasaje del escritor romano de temas militares Vegecio que dice: “Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum”. La frase la utilizaban los soldados romanos y en la actualidad la copian algunas instituciones militares, por ejemplo, en la Academia General Militar de Zaragoza, el lema aparece inscrito a la entrada de la ‘Escalera del Cañón’.

«Si vis pacem, para bellum» («Si quieres paz, prepárate para la guerra»), se decía antiguamente. En esta era en que la corrupción y la impunidad son con frecuencia el resultado de la pobreza y el subdesarrollo, podríamos aplicar un nuevo axioma, una paráfrasis contemporánea de las antiguas: Si vis pacem para SOLIDARITATEM.

En Guatemala debería persistir la preparación para la guerra, pero no una guerra fratricida y estúpida como la que tuvieron el Ejército de Guatemala contra la guerrilla y contra el mismo pueblo guatemalteco, que ha sido el único enemigo del ´glorioso´, porque hasta los soldados beliceños los han amedrentado y los han hecho salir corriendo en la frontera.

La guerra actualmente en Guatemala debe ser contra la corrupción; contra los que sabemos corruptos enquistados dentro de la política, las instituciones públicas, el capital salvaje y recalcitrante que mantiene agobiada y paupérrima a la población y la guerra contra la altísima corrupción que reside, soto voce, dentro del mismo Ejército de Guatemala, que hasta ahora le ha costado billones de dólares al Estado y al pueblo, y no se han obtenido resultados mayores que el ataque y la masacre contra la misma población que les da de comer y les mantiene en su estado de opípara exuberancia económica, con sus impuestos.

Es el momento de hacerle la guerra sin cuartel a la corrupción y, ¿cómo se debe hacer la guerra a la corrupción? Se hará la guerra a la corrupción cuando el mismo pueblo de Guatemala reivindique su dignidad, levante la mirada y le dé profunda vergüenza el estado en que está su país. Cuando el mismo pueblo de Guatemala alce los ojos al cielo, pida asistencia a Dios para trabajar con valor y esfuerzo y lograr la restitución de su honor como población que desea realmente superar el crecimiento de otros pueblos que han descollado por accionar colectivamente para su progreso en conocimiento y desarrollo.

Se hará la guerra a la corrupción cuando los guatemaltecos se sacudan el egoísmo, el conformismo y la pereza mental que mantiene a grandes sectores en el letargo y el desfallecimiento social.

Si vis pacem, para bellum, “Si quieres la paz, prepara la guerra” es una frase que inspiró a los romanos de la antigüedad para sostener su macro imperio, y podría servir al pueblo de Guatemala para iniciar su traslado hacia el desarrollo de su nación y de su pueblo.

Preparémonos para la guerra, armados de dignidad y de valor, contra los corruptos y la impunidad en Guatemala: Si vis pacem, para SOLIDARITATEM.

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