Marco Tulio Trejo Paiz

Hay preludios de cruentas guerras regionales en el mundo, y eso es muy preocupante porque puede originar una guerra total que sería sumamente catastrófica y provocaría otra hecatombe que, como consecuencia lógica, sería la tercera y última contienda de grandes proporciones.

La primera y la segunda guerras que se desencadenaron a nivel mundial fueron tremendamente sangrientas; murieron muchas decenas de millones de tropas y militares de diferentes rangos. Empero, un conflicto de gran magnitud ahora sería asaz sangriento y el último que acontecería, porque entre las armas de hoy hay tradicionales y otras inventadas diabólicamente que son capaces de destruir ciudades enteras como ocurrió en Japón en la Segunda Guerra Mundial.

Quiera Dios y quienes gobiernan en la Tierra que no estalle otra guerra, ya que las armas termonucleares de varios países son terriblemente mortíferas y terminarían con toda la humanidad, con las faunas terrestre, marina, lacustre y demás seres vivientes racionales e irracionales. De manera que todo el globo terráqueo quedaría desolado eternamente y difícil de habitar, porque todo habría quedado muerto y contaminado.

Creemos que sólo un loco podrá cometer las destrucciones y las macabras consecuencias de una guerra con artefactos que, en mala hora, fueron inventados por el hombre; aunque, afortunadamente, los países armados diabólicamente se respetan unos a otros; pero, como digo en líneas anteriores, un desequilibrado mental podría protagonizar el espantoso y destructivo acto de lesa humanidad y dejar calcinado, cubierto de cenizas, todo el universo y no habría vencedores ni vencidos.

Estamos en una hora dramática y crucial para pedir al Creador del universo que ilumine las mentes de los hombres y mujeres poderosos, del planeta, que traten de evitar todo intento de emplear las armas letales en mención en bien de todo lo que existe en este suelo que vive amenazado por los locos que no miden la gravedad de la tercera y última guerra mundial…

Juan Pueblo, violentado, dice que a los locos del cuento deberían traerlos y meterlos en el manicomio hasta que se vayan al infierno…

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