Raymond J. Wennier

Como prometí la semana pasada, quería entrar de lleno a lo que significan y cuáles son las “soft skills” en la formación de los alumnos.

A mi juicio, el proceso educativo tiene que atender a tres formaciones para poder proveer a los alumnos una educación integral.

Lo que ha pasado es que toda la atención se ha puesto en la formación académica que consiste en enseñar el contenido de matemática, lectura y ciencias naturales. Es presentar mucha información que tiene que ser “aprendida” pero muy poco recordada después de un examen y de recibir una calificación.

La segunda formación debería formar parte de la primera; sin embargo, es poco lo que se hace con efectividad para profundizar más el aprendizaje y es la formación práctica.

La tercera formación y a mi criterio, para realmente preparar a los alumnos para el resto de su vida y lo que haga en el futuro, es probablemente la más importante, es la formación personal. Aquí es donde entran las “soft skills” en el proceso educativo.

Las “soft skills” son una combinación de las “funciones ejecutivas” del lóbulo prefrontal, las habilidades sociales requeridas para una relación armónica entre los seres humanos, las habilidades emocionales que demuestran lo interior de la persona y las habilidades para este siglo, requeridas por todas las organizaciones sean las sean, en un campo específico.

Las “soft skills” sirven no sólo para la escuela sino también para ayudar al alumno a saber quién es, lo que le dará un camino a seguir en su vida y en el trabajo diario.

El cerebro humano se desarrolla y aprende en conexión a otras personas. Es por eso que son esenciales las habilidades para el Siglo XXI. Comunicaciones. Si los alumnos no saben hablar correctamente, no pueden escribir adecuadamente para difundir su punto de vista y no pueden entender el lenguaje corporal, tendrán dificultad en su relación con otras personas. En el mismo sentido está la colaboración. Si no aprende a colaborar, no habrá trabajo en equipo, una de las habilidades que toda organización requiere actualmente. El llegar a tener un aprendizaje automotivado e independiente será la base de los logros en su futuro.

Algunas de las funciones ejecutivas de mayor importancia son: Juicio, que es un reto para los adolescentes debido a que esa área del cerebro tarda en madurar. Priorizar, qué es importante y qué no, específicamente en esta época de una sobrecarga de información proveída por la tecnología. El control y manejo de las emociones, es esencial para aprender a ser más reflexivo y no tan reactivo, la perseverancia, esfuerzo propio, resiliencia, dan las habilidades para no rendirse ante retos académicos y más tarde, otros retos que les da la vida.

Por espacio voy a enumerar algunos de las “soft skills” que formarían un plan de trabajo para con los alumnos. Respeto, honestidad, responsabilidad, optimismo, confianza en sí mismo y en otras personas, autodisciplina, adaptabilidad, compasión, saber escuchar, fijar metas con significado, autorreflexión, valores y ética en todas las acciones.

Si se dan cuenta, los datos, información, y exámenes, se quedan muy atrás ante la necesidad de trabajar las “soft skills”. Por lo tanto, hay que revisar seriamente el CNB y más importante, revisar cómo se pone en práctica.

Artículo anteriorLa destitución de la Fiscal General
Artículo siguienteAbolición o ejecución, he allí el dilema