Roberto Arias

Sandra de Colom y después Roxana Baldetti llegaron a la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico –UNAERC-, ambas con el abuso y la prepotencia que les caracterizó durante su permanencia en el poder. Llegaron con el claro propósito de sacarle millones de tajada a la Unidad que trata con los pacientes renales de Guatemala, especialmente del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

Cito dos párrafos de esta columna publicada en mayo de 2015, refiriéndome al abastecimiento con el cual le sacaron Q59 millones de quetzales adicionales al IGSS: “Sandra Torres ordenó de una manera hitleriana que el nuevo abastecedor tenía que ser el Centro de los Cohen; con una diferencia de precio de Q11 millones a más de 70 millones con los Cohen.

El secretario de Colom, Gustavo Alejos, era socio de Cohen, según afirman los medios. ¿Entonces cómo no iba a saber el Presidente sobre los negocios archimillonarios que hacía su mujer con la firma de la cual era socio su secretario?”

Es necesario recordar que Q11 millones cobraba la Fundación de Amor, contra Q70 millones que cobró el Centro de los Cohen por los mismos equipos para hemodiálisis que se venden al IGSS para sus pacientes. Similar operación hizo la Baldetti, y para eso despidió al gerente y nombró al médico Douglas Guerrero, quien originalmente fue presidente del Consejo de Administración, después gerente general y por último, administrador general de UNAERC

Douglas Guerrero fue despedido por Mariano Rayo (obviamente Alejandro Maldonado tendría las manos allí metidas) y nombró en su lugar a Alexander Francisco Valenzuela (no es médico) excandidato a diputado por el partido Corazón Nueva Nación (CNN), partido de cartón aparentemente de Lider, quien llegó directamente a despedir personal y contratar amigos y familiares con salarios superiores a los anteriores. Pasó de tener una asistente a tres asistentes.

Entre los trabajadores despedidos por Valenzuela puede evidenciarse que la intención es tomar absolutamente a la UNAERC, ya que ésta Sandra Torres la trocó en un apetecible botín que produce millones mensuales para los corruptos. Valenzuela despidió al JEFE DE COMPRAS; al JEFE DE RECURSOS HUMANOS y, a la DIRECTORA ADMINISTRATIVA la aterrorizaron tanto con despedirla, que ella misma renunció porque padece del corazón y su vida estaba en peligro con la presión que le ejercieron.

¿Ya se preguntó el estimable lector sobre la razón que tuvo el ahora agazapado Otto Pérez Molina para nombrar a Alejandro Maldonado Aguirre como vicepresidente de Guatemala? ¿Quién dio esa orden a Pérez Molina y cuáles eran sus consignas? ¿Por qué nombrar a Mariano Rayo en el ministerio de Salud y a Valenzuela en UNAERC, dentro de otras…?

Atención Ministro de Salud actual: Los ciudadanos debemos rescatar a UNAERC, en pro de los pacientes renales crónicos. No permitamos que las mafias persistan en robarse el dinero del Estado de una manera tan cínica y sigamos únicamente envidiando a los países desarrollados. Iniciemos el desarrollo de Guatemala… ¡Actuando!

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