Centroamérica en general y Guatemala en particular no han sido centro de la atención de Estados Unidos más que en muy puntuales ocasiones, y cuando se vivió en esta región la guerra en el marco del conflicto Este Oeste que tanto desangró a muchos países. Pero esa falta de interés ha cambiado recientemente, no sólo por el espinoso tema migratorio, sino especialmente porque la inestabilidad política en la región se convierte en una de las amenazas para la seguridad misma de los norteamericanos, como lo dijo ayer el Presidente Obama en su último informe al iniciar el año final de su mandato como Presidente por ocho años de Estados Unidos.

Dijo que aún si se llegara a acabar con los grupos terroristas del llamado Estado Islámico y que ni éste ni Al Qaeda existieran, tendrán que lidiar con la inestabilidad en muchos lugares del mundo, entre ellos el Medio Oriente, Afganistán, partes de Pakistán y partes de Centroamérica, África y Asia, agregando que algunos de esos lugares se convertirán en refugio para grupos terroristas y otros serán víctimas de conflictos étnicos o por la hambruna, siendo fuente de nuevas oleadas de refugiados.

En el contexto del discurso de Obama, queda claro que la estrategia de los norteamericanos para enfrentar esas amenazas del futuro no está en invadir o intervenir directamente en esas regiones, sino en crear grandes coaliciones capaces de enfrentar de manera conjunta los riesgos que se avecinan y trabajar para combatirlos.

El problema de los países centroamericanos se tiene que ver en términos de ingobernabilidad producto de la corrupción que ha debilitado a las instituciones del Estado. Guatemala, Honduras y El Salvador están en la parte medular del problema centroamericano y por ello es que se busca la implementación de acciones, como fue diseñado originalmente el Plan de la Alianza para la Prosperidad, que no sólo generen oportunidades sino que permitan erradicar la corrupción y consolidar las instituciones para hacer menos volátil la situación política de estos países.

Debemos tener claro que los ojos de muchos países estarán sobre esta región, mencionada de manera muy concreta por Obama cuando habló de los futuros riesgos para la seguridad y paz mundial, porque los signos de inestabilidad están allí y tienen implicaciones serias para la paz no sólo de nuestros países sino también de otros en el mundo.

Y ojo, que el tema étnico y el hambre fueron dos de los factores que, además de la ingobernabilidad, específicamente mencionó Obama en su alusión a los puntos de riesgo y ambos temas, ambos problemas, destacan en el escenario nacional.

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