Hay cuestiones que en Guatemala provocan extraordinaria polarización y entre estos ninguno como el asunto de los impuestos, el del salario mínimo y los crímenes cometidos durante el conflicto armado interno. Hoy la Fiscalía de Derechos Humanos gestionó y logró la captura de varios oficiales del Ejército, encabezados por los generales Manuel Benedicto Lucas García y Manuel Antonio Callejas y Callejas, además del extriunviro Francisco Luis Gordillo Martínez, en relación a casos vinculados al enfrentamiento armado y por delitos de incumplimiento de deberes con la humanidad y desaparición forzada.

No hace falta mucho para adivinar que esta acción penal traerá enconadas reacciones porque, repetimos, de ciertos temas en Guatemala es aún muy complicado, por no decir imposible, hablar sin que las pasiones se desborden. La figura de Benedicto Lucas se asocia fundamentalmente con la de su hermano, el también general Romero Lucas García, Presidente de la República derrocado en 1982 precisamente por una junta en la que figuró Gordillo Martínez, mientras que Callejas es señalado de haber sido creador, junto al general Ortega Menaldo, de la organización conocida como La Cofradía que, junto al sindicato, se caracterizaron por su papel en el desarrollo de labores de Inteligencia y por el control de las aduanas del país.

Hasta hoy el Ministerio Público ha sido aplaudido por sus acciones en contra de los corruptos, pero no faltarán ahora quienes le cuestionen este tipo de investigaciones relacionadas con los derechos humanos y que le costaron el puesto a la fiscal Claudia Paz y Paz. La fiscal Aldana no tiene ningún pasado que ponga en tela de juicio su independencia de criterio en estos casos, pero obviamente no tardarán en hacérsele señalamientos porque en su gestión se ha golpeado a un sector muy poderoso que tiene influencia muy grande en sectores conservadores de la sociedad guatemalteca.

Creemos que por principio todo hecho criminal tiene que ser investigado sin que importe quiénes sean sus autores o quiénes resulten implicados. Lamentablemente en Guatemala no hemos tenido ese tipo de justicia y precisamente por ello se tejió todo el manto de la impunidad, pero además no hemos superado las diferencias ideológicas tan profundas y polarizantes que aún subsisten en el seno de nuestra sociedad.

A la fiscal Paz y Paz se le criticó seriamente porque centró el trabajo el MP en estos casos, sin atender los de corrupción y ahora la fiscal Aldana ha centrado su trabajo en la corrupción, pero no impidió que la Fiscalía de Derechos Humanos siguiera su trabajo, hecho objetivamente encomiable, pero que traerá colas, sin lugar a duda.

Artículo anteriorObama y Maldonado expresan sentimientos
Artículo siguienteMel Gibson regresa al candelero en los Globos de Oro