Alfonso Mata

¿Qué nos muestran los resultados de la Encovi 2015 y otras encuestas nacionales?

1. Que no se maximiza la salud a través de todas las etapas de la vida, a pesar de ser un derecho para todos y no un privilegio para unos pocos.

2. La buena salud no es un activo y una fuente de estabilidad económica y social, de más de la mitad de la población.

Por tanto: El guatemalteco no cuenta con la mejor clave, para reducir la pobreza, contribuir al desarrollo sostenible y beneficiarse de ellos.

¿Qué nos señala eso?

Que es necesario implementar mejoras sostenibles y equitativas en salud y eso solo se logra con una política eficaz en todos los niveles de gobierno y los esfuerzos de colaboración entre todas las esferas de la sociedad.

En los setenta se dijo: salud para todos para el año 2000. En el 2000 para el 2015 y ahora para el 30. No se puede vivir de esperanzas. Si usted es presidente, ministro, alcalde, diputado o un activista de la salud en su comunidad, debe estar consciente que solo con un buen plan integrado de combate a la situación actual, no podrá ayudarle a tomar decisiones correctas sobre el tema. Necesita colaboración, decisión e inversión.

No podemos ignorar que la salud del siglo 21 es y debe ser producto de la interdependencia global, nacional, regional y local cada vez más compleja y que instrumentos y acciones están relacionadas entre sí para afectar la salud y bienestar. Por consiguiente, el reto para políticos y sociedad, si queremos avanzar y darle sentido a un desarrollo humano, es integrar los diversos actores y sectores (como vivienda, agua, energía, alimentación y cuidado de la salud) para mantenernos, mantener nuestras familias y a nuestras poblaciones, saludable y felices.

Todo el mundo sabe (pero aparentemente ni sociedad ni Estado lo hemos querido interpretar así) que la mala salud conduce a una pérdida del potencial, provoca desesperación y sufrimiento y descarta recursos. El único medio para terminar con todo eso, es apoyar la acción con unidad de propósito, en todas las poblaciones. Todas las recomendaciones deberían de basarse en esa evidencia.

Lo primero que tiene que hacer el MSPAS es reconocer y destacar la gran diversidad de enfoques y sistemas de salud que se dan en el país. Su objetivo entonces no debe ser estandarizar los sistemas
de salud nacional y local, pero sí procurar que su rendimiento ante los problemas sea de lo mejor y monitorear eso. ¿Qué significa eso para el MSPAS? dos cosas sustantivas: la necesidad de
invertir en salud en todos para reducir la brecha y la necesidad de fortalecer liderazgo y gobernanza participativa.

Para ello deberá lanzar una nueva forma de gobernanza de la salud, en la que la salud y el
bienestar, sean vistos como una responsabilidad de toda la sociedad y de todo el gobierno, y
fomentar la participación activa del público, en la toma de decisiones y responsabilidades.

El esfuerzo debe descansar y no puede salirse de una lógica socioeconómica. El MSPAS debe actuar tomando en cuenta la evidencia y en base a ello, apoyar firmemente la inversión y la acción a través de enfoques integrados de promoción-atención de la salud y el bienestar y afianzándose en alianza pública-privada y civil.

Para empezar, no puede obviar, actuar sobre los determinantes sociales que se han señalado afectan y orientan las intervenciones. Debe encontrar nuevos sistemas para fomentar el liderazgo colaborativo, enfoques innovadores para la movilización social, para el desarrollo de la promoción, prevención y recuperación de la salud, sostenible y responsable. Solo de esa manera, encontrará la mejor forma de ver y de conectar las intervenciones a la acción, en busca de la equidad y la cobertura y de determinar la atención básica y social de la salud e identificar: recursos humanos, de equipos y medicamentos, el sistema de insumos necesarios, la ampliación del saneamiento, protección del ambiente, fundamentos más fuertes para financiación de la salud y el fortalecimiento de la gobernabilidad para la salud.
Dentro de un nuevo enfoque a la salud, dos cosas resultan fundamentales: promover el empoderamiento de las personas, de los ciudadanos, los consumidores y los pacientes, como clave para mejorar los resultados de salud y apoyar firmemente el compromiso de los profesionales de salud. Sobre esos dos temas, debe trabajar intensamente.

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