Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

Nuestros períodos de transición han sido generalmente cortos y el vacío de poder por lo tanto no llega a ser tan marcado porque pasan muy pocos días entre la proclamación del Presidente Electo y la toma de posesión. En esta ocasión hay una serie de factores que obligan a preguntar quién realmente está dirigiendo los destinos del país en este crucial momento, puesto que se atribuye ya al señor Morales tal tipo de control como para ocupar, casi por asalto, la Dirección General de Inteligencia Civil para enviar así un claro mensaje a la comunidad nacional e internacional en el sentido de que en el futuro habrá cero cooperación de esa vital instancia de información con quienes vienen librando la lucha contra la impunidad en el país.

El oficial del Ejército Oscar Platero Trabanino no es simplemente un militar que por esa calidad provoque reacciones críticas a su designación. Se trata de un activista contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala que ha utilizado todos los medios a su alcance para atacar la presencia de Velásquez y el resto de extranjeros que conforman la CICIG. Evidentemente se trata de un experto en inteligencia porque en ese campo se desempeñó en las fuerzas armadas, pero su actividad posterior es la que hace que su designación se vuelva tan polémica porque la DIGICI es fundamental para el trabajo que realizan el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad y hay pruebas irrefutables del rechazo personal de Platero a esas instancias.

No queda duda de que este nombramiento se hizo con el propósito de allanar el camino y evitar que el desgaste que iba a provocar recayera sobre el Presidente Electo, quien podrá decir que él simplemente confirma en su puesto a la persona designada por el gobierno anterior. Sin embargo, yo creo que en este caso es fundamental señalar que la responsabilidad directa tiene que recaer sobre el Presidente en funciones porque no haya tales de vacío de poder y aunque él prefiera mantenerse por los cerros de Úbeda, lo que ocurra bajo su mandato es de su cabal competencia.

El tema es que la ciudadanía votó por Morales para dirigir los destinos del país simplemente por rechazo a los políticos tradicionales y a lo que él llamó «la vieja política», para matar con un tiro tanto a toda la clase política como a Sandra Torres. Morales no tiene otro mandato que el de continuar con la depuración de nuestro sistema porque únicamente por ser ajeno al mismo es que logró ser electo. Por ello sus asesores han de haber preferido tirar la porquería a Maldonado, quien en el fondo ni huele ni hiede, para que este retroceso histórico no marcara el inicio de la gestión del futuro Presidente. Porque es un hito, realmente, la designación del oficial Platero en la DIGICI y en el contexto actual de la necesaria cooperación entre el MP y la CICIG con esa dependencia del ministerio de Gobernación.

Quienes creyeron que el país había ganado tal vez ahora empiezan a abrir los ojos para ver que Maldonado es hombre del sistema y que sigue siendo fiel a su postura, allanando el camino para el carpetazo definitivo.

Terminado el artículo veo en las notificaciones de La Hora que la decisión fue revertida, pero todo lo dicho en la columna vale porque el mensaje enviado persiste, Recular ahora no les lava la cara ni a Morales, a Maldonado o Mendizábal.

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