Bajo el argumento de que como el nuevo gobierno no supo o no quiso hacer un planteamiento concreto sobre el presupuesto para el año entrante, los diputados de la Comisión de Finanzas se aprestan a someter al pleno un dictamen en el que recomiendan que se haga la aprobación de un monto global con techos presupuestarios para cada unidad ejecutora, a fin de dejar libre a las futuras autoridades para que asignen recursos de manera concreta y específica a los programas que más les interesan.
En el fondo, lo que harán es aprobar un instrumento legal y financiero que no cumple con los requisitos constitucionales para que pueda ser impugnado a fin de que continúe la vigencia del actual, que es lo que interesa a muchos. Porque es sabido que el Presupuesto General de la Nación que debe aprobar el Congreso no es un papel con montos globales sino que debe contener las partidas para cumplir con el carácter programático que se le asigna.
Creemos que la Corte de Constitucionalidad podría aceptar una impugnación a un presupuesto aprobado de la manera que propone la Comisión de Finanzas y eso significa que todo lo dispuesto por el Congreso hace un año sería aplicable para el 2016, incluyendo los groseros aportes que se hacen a entidades que se identifican como No Gubernamentales y al Listado Geográfico de Obras, lo que opera en beneficio tanto de los diputados reelectos como de los que no lograron la reelección y tienen los instrumentos para adjudicarse proyectos y seguir obteniendo recursos a cambio de obras mamarracho.
Y al gobierno entrante, que por lo visto no tiene mucha idea de lo que significa el presupuesto porque de lo contrario hubieran aprovechado la inicial apertura que tuvieron los diputados cuando sintieron la presión de la ciudadanía, también se sentirá más cómodo con un presupuesto sin los candados que tanto le molestaron cuando se habló de ellos.
O sea que, como siempre, todos los políticos ganan y el país pierde con esas acciones que perjudican las finanzas públicas y nos colocan cada vez más al borde de un problema gravísimo por el endeudamiento en alza.
Pobre Guatemala, país que tuvo la oportunidad de salir de la corrupción gracias al esfuerzo de la CICIG y el Ministerio Público, respaldado por la participación de grupos ciudadanos que salieron a la plaza, pero que al final de cuentas se quedó a medio camino porque todo terminó en un espejismo del que empezaremos a salir muy pronto, cuando corroboremos que nada ha cambiado.