Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

Reconozco que estoy en una de las comunidades más conservadoras de los Estados Unidos, en donde hasta la palabra “demócratas” es pronunciada con gesto de asco y los republicanos ganan abrumadoramente una elección tras otra. El condado de Collier, en Florida, se distingue por un conservadurismo a ultranza y porque todos los males del mundo se atribuyen al gobierno de Obama.

Pero no hay conversación con los amigos que no caiga en el “análisis” del problema de los refugiados de Siria y en la inminencia de ataques contra Estados Unidos de parte de los radicales islámicos. Ninguna discusión sobre el origen de esos movimientos, mucho menos sobre cómo se han nutrido muchos, desde Al Qaeda hasta Isis, del apoyo que en su momentos les dieron los mismos Estados Unidos, ya fuera para sacar a los rusos de Afganistán o para derrocar a Assad, el otro tirano que tenía que sumarse a Hussein, Kaddafi y Mubarak, sin entrar en consideraciones geopolíticas que tienen que ver con el frágil equilibrio entre facciones existentes en el mundo islámico.

Y ayer que se publicó que refugiados sirios con pasaportes falsos fueron detenidos en Honduras, el tema de la inmigración desde América Latina pasa a cobrar categoría de amenaza para la seguridad interna de los Estados Unidos y ya no sólo se mirará con recelo a los que portan vestimentas propias del Cercano Oriente, sino también a los miles de centroamericanos que vienen a trabajar en Estados Unidos.

Por supuesto que en la mentalidad que prevalece en este condado norteamericano hay desesperación porque sienten que el gobierno toma mucho tiempo para hacer lo que aquí se cree que es la única solución, es decir, un ataque masivo y brutal contra todo lo que tenga que ver con los movimientos de donde salen los ataques terroristas. Se nota que creen que Estados Unidos tiene la capacidad militar de acabar con un masivo ataque con todos los terroristas, y que ello les devolverá la paz. Sobra decir que aunque se usen mil razones para evidenciar lo simplista de la tesis, la gente no acepta argumentos de ninguna naturaleza porque están convencidos de que como gendarmes del mundo, están llamados a poner orden y acabar con esos males que ahora les preocupan.

Pero que lo piense gente que vive en una comunidad pequeña que se informa básicamente con los noticieros de FOX es comprensible, pero que lo hagan los dirigentes políticos del país y que el mismo criterio se repita en casi todos los estados que ahora están imponiendo barreras para no permitir que los refugiados sirios puedan encontrar albergue es tremendo porque eso significa pasar por alto que lo que ocurre en Siria no es simplemente por problemas locales sino que tiene mucho que ver con las políticas de otros países que han tratado de imponerles a ellos una guerra civil muy cruel, alimentada por los que se propusieron derrocar al dictador de ese país.

Lo cierto es que el imperio del terror se ha afianzado en Estados Unidos, donde el miedo se enseñorea de la población.

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