Marco Tulio Trejo Paiz

¡Y pasó la segunda vuelta electoral!!! Jimmy dio una sorpresa en la primera y también en la segunda. Dejó muy atrás a su contrincante, Sandra Torres, pero el triunfante tendrá que llenar el vacío de la inexperiencia gubernamental mediante la colaboración de asesores capaces, leales, honestos con amor de patria.

Varios son los retos que tiene que afrontar con decisión y sin pérdida de tiempo Jimmy, entre ellos la corrupción, la violencia criminal, el narcotráfico, la pobreza, la educación, la salud, las espinosas relaciones con los países de América Latina y el Caribe, sobre todo con la Cuba comunista de los Castro y con los que trajinan hacia ese extremismo de la ideología política de unos estados sudamericanos que van al trote en ese escabroso camino…

Guatemala está urgida de buen trabajo de gobierno en diferentes aspectos, pero es menester que se deje de lado para siempre, de una vez por todas, la politiquería marrullera que se estila en el desprestigiado y repudiado partidismo que tiene con serios problemas a esta pequeña nación centroamericana.

Es comprensible que la pluralidad de penosas situaciones que se han suscitado aquí ningún ciudadano colocado al timón presidencial será capaz de resolver tan arraigada problemática. Ni que se siente en el principal taburete del Guacamolón otro todopoderoso dictador como Ubico podrá resolver lo que viene ocurriendo. Se sucederán en el poder muchos hombres, pero seguiremos abrumados de problemas.

Eso sí, algo podríamos ir avanzando de jornada en jornada cuatrienal, en bien de la población, con inteligencia y amor de patria; mas, pasarán muchos años sin que se logre ese anhelado progreso.

De la autoridad que será constituida el 14 de enero próximo se desea y espera un positivo cambio de la situación. De ese cambio se ha hablado hasta por los codos, pero nada de ópera. Las cosas siguen mal.

El leal amigo Juan Pueblo quiere que en realidad haya un cambio en todo lo posible con el ciudadano Jimmy Morales empuñando las riendas del trasijado potro.

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