Gladys Monterroso
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«A ningún hombre le consuela saber que en el mundo ha habido siempre ricos y pobres» Noel Clarasó
A raíz del drama humano, mismo que ha tenido incidencia a nivel mundial, debido a la cantidad de víctimas, no solamente heridas y fallecidas, también desaparecidas, en el Cambray II, se hace necesario analizar, los motivos por los que cantidades de conciudadanos, cada determinado tiempo viven este tipo de tragedias, desgraciadamente, no es la primera, pero sí debemos luchar para que no se repita, por lo que se deben realizar las siguientes conclusiones:
a) Desde hace muchos años, específicamente después del terremoto de 1976, surgen espacios, sin o con autorización municipal, que no cumplen con las condiciones básicas de habitabilidad, sin embargo, tanto las autoridades municipales, como las centrales han hecho caso omiso de la situación en la que viven los de abajo, y no han movido un dedo para cambiar su condición socio geográfica, esta situación que ha aumentado gradual, pero desordenadamente, no ha sido atendida por nadie, y así encontramos en la capital, y otros centros urbanos y no urbanos familias viviendo en estas condiciones.
b) Después de la época de Arévalo, no hemos vuelto a vivir una reforma habitacional, ya que no es del interés de ningún gobierno lanzar una política en este sentido, escuchamos todos los días que se solicita reformar todo: leyes, las más variadas, el Estado mismo, pero el tema habitacional, se encuentra invisible, no solamente en planes utópicos de gobierno, de esos que nos venden como espejitos constantemente los politiqueros, es un hecho real, si se revisa, el que a mi criterio es el verdadero plan de gobierno, del que se encuentra en turno, el Presupuesto de Ingresos y Egresos, pero, no solamente el que se encuentra en blanco y negro, también está el subterráneo, y consiste en la forma en que verdaderamente se llevarán a cabo los gastos, que en los últimos 20 años dista totalmente del que podemos conocer, analizar o estudiar, entre la letra muerta de la ley del PGIE, y los cambios traducidos en traslados presupuestarios, nos encontramos con una situación parecida al día y la noche, totalmente diferentes.
c) Por si todo lo anterior fuera poco, después de 1954, cada gobierno ha sido más corrupto que el anterior, y se han esquilmado los recursos que magramente obtiene el Estado, por las personas, que han sido legal y voluntariamente electas, para todo lo contrario a lo que son sus funciones; y nos encontramos con presupuestos desfinanciados, y sin dinero para invertir en lo básico que necesita la sociedad, como salud, educación, fuentes de empleo, vivienda digna, todo esto no ha sido más que una utopía, ya que a la vista están los resultados ¿Por qué esta afirmación?

Porque el 99% de las personas, que trabajan apoyando a un partido político, entre financistas y operativos, lo hacen, no por un idealismo inexistente, lo hacen para obtener un beneficio posterior, los financistas, triplicar o cuadruplicar su «inversión», los operativos, un «hueso», si con el «hueso» viene una «mordida», mejor, y si no es «mordida sino que un «banquete», veremos nuevos vecinos en las colonias de abolengo, solamente que las residencias serán un poco más ostentosas, un dicho popular dice: «Dos cosas no se pueden ocultar: el amor y el dinero», y esta historia se ha repetido constantemente, pero ¿A cambio de qué?
De que todo el dinero recaudado, no llegue a donde debe llegar, y no se cumpla con lo mínimo que el ser humano necesita, dando como resultado la total negligencia a los problemas que se pueden prevenir, porque no alcanza el dinero, para resolver los problemas mutuos que aquejan a la sociedad de nuestro país, el último ejemplo doloroso: Cambray II, en el que desde el año 2008, existe la alerta, sin embargo, no se hizo nada; simplemente porque existen otras prioridades: ¿Y cuál es la máxima prioridad? Vulgarmente: Robar, a cambio de la destrucción humana.

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