Félix Loarca Guzmán

El pasado domingo, el Papa Francisco concluyó con extraordinario éxito, su viaje a Cuba y Estados Unidos, destacando su enorme poder de convocatoria y sus grandes cualidades de comunicador, reuniendo a más de un millón de personas en uno de sus oficios religiosos.
Sobre la presencia del Sumo Pontífice en estos dos países, hubo diversas reacciones, pero sin duda, el legado que dejó esos días, es que plantó una semilla para la reflexión, acerca de importantes temas que actualmente agobian a los pueblos de los diferentes países del mundo, entre ellos el de la violencia.
El Papa expuso su preocupación por el flagelo de la guerra que en estos tiempos constituye la peor pesadilla para miles de seres humanos en diversas regiones del planeta.
También reiteró sus críticas al sistema capitalista, en el cual sobresale la idolatría del dinero, relegando al ser humano a un lugar secundario. Dijo que el sistema financiero actual favorece la distribución desigual de la riqueza. Y advirtió que ese sistema tiene que cambiar.
Asimismo, el Papa Francisco externó su preocupación por el problema de la pobreza que ahora sacude a miles de habitantes en el mundo entero. Por ello, sugirió colaborar para resolver las causas instrumentales de este fenómeno social. Pidió con fuerza una nueva actitud ante el tema de los migrantes.
En el Congreso de Estados Unidos, el Papa abundó en ese asunto, y en algún momento parecía como si estuviera recordando a los parlamentarios estadounidenses, que ese país se ha forjado con el aporte y el trabajo de miles de migrantes procedentes de diferentes partes del mundo.
En todo momento, el Papa transmitió sus puntos de vista a favor de la protección del valor de la vida humana.
El Jefe del Estado Vaticano, evidenció la modestia como una de sus principales virtudes, así como su profundo amor por los niños, señalando que ellos tienen derecho a jugar y que el juego es parte fundamental de la educación.
Expresó su vergüenza por los casos de abusos sexuales que algunos sacerdotes católicos han cometido contra niños, señalando que los responsables serán sancionados.
Abogó por la justicia, la paz, la dignidad y la libertad de todas las personas. Puntualizó que el mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de Tercera Guerra Mundial.

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