Marco Tulio Trejo Paiz
Parece que están bromeado los aspirantes a la presidencia con sus promesas “engaña ba…bilonios“ de trabajar por la superación de Guatemala en casi todos sus aspectos.
De promesas está desbordante el mundo; los politiqueros no demuestran en la realidad el cumplimiento de lo prometido cuando andan en campaña electoral, como se está viendo.
Falta que esos politicastros ofrezcan que arrancarán de raíz la galopante corrupción; que frenen ya el narcotráfico; que prevengan los asesinatos que se cometen todos los días de Dios o del diablo; todos los días en calles y carreteras; que se baje a justo nivel el supermultimillonario presupuesto nacional; que se mande a volar al PARLACEN; que se reduzca en buen porcentaje el número de los repudiables diputados; que enderecen todo lo que anda torcido en la burocracia y en la politiquería, etcétera.
El PAN critica el desabastecimiento; la UNE dice que promoverá programas sociales; sin embargo, cuando hizo gobierno Álvaro Colom no realizó buena obra social, mas sí pura demagogia; el PP ha declarado compromiso con la honestidad que ha venido en crescendo; TODOS anuncia a todos los vientos que impulsará la reforma del Estado; el PRI está proponiendo el ABC de la dignidad y, a lo mejor, demostrará la indignidad; el LIDER que comanda Manuel Baldizón dice que abundará el empleo. Solo Zury Ríos no se anda con falsas promesas, sino con intención de hacer gobierno responsable, honesto, en beneficio de todos los guatemaltecos.
Ya habrá oportunidad de ver si así como vociferan prometiendo el oro y el moro esos pretendientes del sillón presidencial demuestran facta non verba lo que están anunciando en los mítines donde reparten sonrisas, besos, chinean bebés, así como abrazan a las mujeres humildes que ni siquiera las saludan cuando no andan buscando el guayabal.
Mi buen amigo Juan Pueblo ve con simpatía solo a la candidata Zury y, a casi todos los demás, los ve de jerga por considerarlos unos demagogos consumados que pretenden enriquecerse de la noche a la mañana ¡A la pura quien vive!
