Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“El valor espera; el miedo va a buscar”
José Bergamín

A pocos días que se lleven a cabo una de las elecciones más cuestionadas y complejas, desde que vivimos en “Democracia”, uno de los votos más importantes que nos toca emitir es el de diputados al Congreso de la República, tan desprestigiado desde hace muchas legislaciones, por lo que se hace de sumo necesario, analizar bien por quién votar, para que no exista aplanadora de color alguno, y lograr que el Legislativo sea heterogéneo, hasta donde la decisión del soberano lo decida.

En la siguiente legislatura, no tendremos muchas designaciones por parte del Congreso, a diferencia del presente, que prácticamente renovó todo el Sistema de Justicia, incluyendo el electoral, aún más, si el actual Congreso no sesiona como hasta el momento, probablemente, el primer acto de relevancia para el sistema de Justicia será la elección del Director o Directora de la Defensa Pública Penal, la que se encuentra acéfala ya que, hasta el momento, no le han dado la importancia debida, a una de las instituciones que hasta la fecha, mejor trabajo ha realizado desde que fue creada.

A la vez, los diputados tendrán en sus manos la elección de Magistrados Titular y Suplente a la Corte de Constitucionalidad, la que estará a la vuelta de la esquina, después de la toma de posesión de la Legislatura entrante, por lo que de los electos en las votaciones de septiembre, de entrada tienen la responsabilidad sociopolítica de una elección de especial envergadura, ya que se trata del máximo órgano en materia de Justicia.

Adicional a lo anterior, y de cómo se desarrollen los acontecimientos sociales durante los cuatro años siguientes, pudiera darse una situación de inusitada trascendencia en el país, en relación a las acciones del Presidente y Vicepresidente electos, ya que al primer desliz, la población no se tentará el alma para exigir la renuncia de quien se trate, y la presión social será de inimaginables consecuencias, es probable, por lo tanto, que al siguiente Congreso además de las elecciones que por ley le conciernen, le corresponda la decisión histórica de elegir nuevo Presidente y Vicepresidente, ya que la población no dará marcha atrás, y será la genuina sociedad, la de a pie, la que entona el Himno Nacional con lágrimas en los ojos, la que tome la decisión.

Debemos ser conscientes que las condiciones serán diferentes, ya que si algo perjudicó la génesis de las manifestaciones hasta la fecha, fue el aprovechamiento de grupúsculos que llevaron agua a su molino, a raíz de las mismas surgen nuevos (viejos) grupos políticos, y se amplía el abstracto concepto de Sociedad Civil, ya que nuevos (viejos) actores han tomado una batuta que no les pertenece, porque el manifestante nato, no lo hizo buscando los resultados que se dieron, pero en Guatemala, por su propia cultura histórica, siempre habrán grupos que utilicen y aprovechen movimientos genuinos, para lo que no ganan en las urnas (Poder y dinero) lo hacen por medio del aprovechamiento del descontento popular, lo cual es decepcionante, pero la sociedad (La de a pie, la que verdaderamente espontánea) tiene en sus manos no dejarse manipular, por representantes no electos.

Derivado de lo anterior, debemos razonar que no votamos solamente para Presidente o alcaldes, lo hacemos también para diputados y concejos municipales, por lo que nuestro raciocinio debe ser muy puntilloso, para no poner todos nuestros huevos en la misma canasta.

Conversando con amigos hemos llegado a la siguiente conclusión, no votaremos por la misma papeleta para diputados, y esa es mi conclusión también, marcar en cada papeleta por un partido diferente, para que no lleguen los mismos grupos, y exista mayor heterogeneidad en el próximo Congreso, tenemos la obligación de hacerlo, o seguiremos llorando nuestro infortunio, por no razonar el momento del voto.

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