Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
Hace algunos años se decidió intervenir la Federación de Futbol de Guatemala por malos manejos de fondos y pésimos resultados, todo porque nuestras flamantes autoridades han satisfecho sus intereses personales en detrimento de invertir en las fuerzas básicas.
Siempre se dijo que si en Guatemala hubiéramos gastando bien el dinero y construido un Proyecto Gol en cada departamento del país, en donde los 100 mejores jóvenes del departamento se internaran de lunes a sábado y en las madrugadas se habrían ejercitado, para luego alimentarse bien, recibir clases y entrenar por las tardes, hoy otro gallo cantaría en el deporte.
Se habría podido crear una Liga de los Proyectos Gol de cada departamento y seguramente los jóvenes más talentosos habrían no solo sido mejor educados y alimentados, sino que hoy serían parte de equipos de la liga nacional, del extranjero y la selección.
Los que no hubieran tenido el talento suficiente para seguir jugando, les habría quedado buscar otro oficio, pero ya educados y bien alimentados con posibilidades de seguir en la universidad para forjarse un futuro lejos de las canchas, pero en su país y en el camino del bien.
¿No le suena eso un poco a la realidad de Guatemala, es decir, que un grupo de mafiosos satisface sus intereses en lugar de que haya tomado medidas de largo plazo para atacar los problemas, generar oportunidades y satisfacer a la mayoría pobre y excluida?
Cuando se quiso intervenir la federación se desistió de tal acción porque la gloriosa y corrupta FIFA dijo que si se intervenía el futbol, no podíamos participar en ninguna eliminatoria o torneo oficial de FIFA. Qué honor hubiera sido mandar por un tubo a esos mafiosos, pero nos arralamos y decidimos seguir afiliados a esa corruptela.
Así como ocurre en la elección de nuestros presidentes, alcaldes y diputados, no es secreto para nadie que el presidente de la federación de futbol se elige mediante componendas con las asociaciones departamentales y los dueños de los equipos, lo cual garantiza su elección.
¿La declaración de la FIFA, no se le hace parecida a la declaración de la Organización de Estados Americanos (OEA) que nos dice que debe respetarse la democracia (¿cuál?) y celebrar las elecciones más ilegítimas de la historia?
No tomamos las acciones necesarias en su momento para enderezar el futbol y sigue siendo un deporte dirigido por mañosos que le cortan el talento y las oportunidades a millones. Somos parte de una liga sin estrellas con estadios vacíos y tenemos una selección que no tiene el talento ni la capacidad para cambiar la historia.
Ahora yo le pregunto, al no tomar las decisiones correctas y necesarias para cambiar nuestro sistema político, ¿no nos estamos condenando a seguir, como país, los pasos de nuestro futbol?
Al menor asomo de buen resultado que da la selección, nos pegamos todos al televisor para terminar desairados y decepcionados sin entender que nada bueno pasará porque no ha cambiado el fondo. ¿No será que lo mismo estamos haciendo con estas elecciones? ¿Nos estaremos dando cuenta que gane quien gane, a mediados del año entrante (si no es que antes), vamos a estar todos más frustrados por la situación del país?
Tenemos que ser tolerantes y respetar las posturas de los demás y especialmente, de la mayoría, pero en mi caso, no puedo callar sin advertir que el país seguirá el rumbo de nuestro futbol porque no nos hemos atrevido a tomar las decisiones más difíciles que a la larga serán las únicas que nos pueden salvar.
Yo no iré a votar porque no creo en el sistema y si usted va a ir a votar solo para evitar que llegue Baldizón o Torres, por ejemplo, está en su libertad pero no podrá eludir su responsabilidad cuando, como en el futbol, veamos que el país está peor que en el 2015 porque no decidimos tomar el camino largo y más doloroso de mandar por un tubo a todo el sistema.