Félix Loarca Guzmán

Como un balde de agua fría se recibió en Guatemala la información periodística sobre las quejas que el candidato presidencial, Manuel Baldizón, fue a presentar en la ciudad de Washington D.C., ante funcionarios estadounidenses y de la Organización de Estados Americanos, OEA, acerca de la supuesta intromisión extranjera en nuestro país, a propósito de las investigaciones de la Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIG, relacionadas con lavado de dinero, las cuales involucran a su candidato vicepresidencial, Edgar Barquín y a varios diputados de su partido.

Resulta contradictorio, que el candidato esté molesto por la actuación de una entidad internacional como la CICIG, pero que no vacila en ir ante funcionarios de un gobierno extranjero y de un organismo continental, a exponer su descontento. Su postura no solo alienta la intromisión extranjera, sino pone al desnudo su sumisión ante el poder de un país hegemónico.

Baldizón olvidó que Estados Unidos ha reiterado su apoyo al trabajo que la CICIG viene realizando, para desmantelar las redes de corrupción enquistadas en las altas esferas del gobierno de Guatemala.

El propio Embajador estadounidense en Guatemala, Todd Robinson, ha sido muy enfático al expresar que las personas investigadas por la Comisión Internacional y el Ministerio Público, deben ir a los tribunales de justicia a esclarecer su situación jurídica, y no a las calles a través de manifestaciones.

La cúpula del sector empresarial aglutinada en el CACIF, también coincide con este punto de vista. Varios políticos guatemaltecos, incluyendo algunos candidatos presidenciales, reaccionaron con fuertes críticas a las quejas del señor Baldizón, calificándolas de irresponsables e inapropiadas. En nuestro medio es frecuente escuchar que los trapos sucios se lavan en casa.

La contrapartida en todo este tema, es que la sociedad guatemalteca está indignada exigiendo el castigo ejemplar a los responsables de los casos de corrupción.

El trabajo del Ministerio Público con el apoyo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, está siendo aplaudido a lo largo y ancho de todo el país.

La CICIG goza en este momento, de un alto grado de credibilidad y confianza en los diversos sectores del pueblo de Guatemala.

Artículo anteriorHay buenas noticias
Artículo siguienteLa política chapina llega al juego Barcelona Chelsea