Factor Méndez Doninelli

El juicio por genocidio contra el general Efraín Ríos Montt, exjefe de Estado (1982-1983) a cargo del Tribunal B de Mayor Riesgo, se ha reiniciado. Pasaron 25 meses desde que en mayo del 2013, la Corte de Constitucionalidad decidió suspender la sentencia inicial que condenó al exjefe de facto a 80 años de prisión por encontrarlo culpable de los delitos de genocidio e incumplimiento de deberes de la humanidad. Como se había anticipado, el militar golpista no asistió a la audiencia programada, debido a que los abogados defensores alegan que su patrocinado padece de demencia senil, según informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). El citado informe fue conocido el 7 de julio pasado, el Inacif concluyó que Ríos Montt padece de un deterioro cognitivo que lo incapacita para enfrentar el proceso judicial por los cargos de genocidio y crímenes de lesa humanidad.

Ríos Montt está acusado por la masacre de 1 mil 771 indígenas maya ixiles, cometida durante su mandato por elementos del Ejército de Guatemala como parte de la política contrainsurgente ejecutada durante el conflicto armado interno (1960-1996), que según la Comisión de la Verdad, provocó más de 200 mil ejecutados y 55 mil desaparecidos. Este nuevo juicio estaba programado para el 5 de enero pasado, pero tuvo que reprogramarse debido a que los abogados del general condenado, recusaron a la jueza designada por la Corte Suprema de Justicia, licenciada Jeannette Valdez.

El reinicio del juicio por genocidio devuelve el ánimo de las numerosas familias, víctimas de la represión contrainsurgente. Pone a prueba al sistema nacional de justicia, que tiene la oportunidad de combatir la impunidad y de romper el blindaje que protege a los violadores de Derechos Humanos. Espero que mediante el debido proceso, este nuevo juicio ratifique la sentencia condenatoria emitida el 13 de mayo del 2013.

Por otra parte, otra vez la clase política de este país hace evidente que tiene oídos de piedra que necesitan ser taladrados, hay que abrir el sentido auditivo de los señores diputados para hacerlos abandonar el marasmo que los caracteriza y ayudarlos a escuchar el clamor ciudadano que exige cambios al sistema político electoral. Los diputados deben entender que el país atraviesa por una grave crisis política, económica y social, producto de la descarada y extendida corrupción e impunidad que corroe a la administración pública en los tres Poderes del Estado.

Es conveniente que los diputados dejen de jugar con fuego, que sean éticos y racionales, que abandonen la sordera, la soberbia, la irresponsabilidad y la tozudez que por ahora exhiben. Solo saliendo de la burbuja en la que se encuentran enclaustrados pueden apreciar el hartazgo de la población y la fuerza de las demandas ciudadanas. Hacerse de la vista gorda, dar la espalda a la exigencia ciudadana, poner oídos sordos a la protesta social e ignorar las movilizaciones populares que demandan cambios y reformas profundas del Estado, sólo aumenta el riesgo de confrontaciones y del uso de otros métodos de lucha que podrían dejar de ser pacíficos.

¿Qué pasó con el antejuicio a Pérez, cuándo van a decidirlo? La ciudadanía está en la calle protestando y exigiendo cambios, la crisis política, social y económica de carácter sistémico es real y tiende a agravarse. Son ustedes, señores diputados, quienes por ahora tienen parte de la solución en sus manos. Son ustedes los responsables de encontrar salida a esta grave situación. La ciudadanía observa sus jugadas y exige: ¡Reformas YA!, ¡Vigencia YA!, ¡Renuncia YA!

 

 

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