Roberto Arias

De acuerdo a lo que acaba de publicar Infobae de Messenger en las portadas de ingreso al internet, algunos científicos aseveran que al mundo le quedan únicamente cien años de vida. Esta aseveración, desde mi punto de vista, no es real, a pesar de que la información la atan a las palabras del Pontífice de la Iglesia Católica, quien aseveró que de no hacer cambios drásticos con –una «revolución cultural» las condiciones de vida en la Tierra terminarán volviéndose insostenibles. Esto último es relativamente cierto.

Las aseveraciones de los científicos y del Pontífice son verdaderamente alarmantes, aunque no tienen, en absoluto, una sustentación de lo que nos enseña Dios en Su Palabra. El mismo Señor Jesús confesó a sus discípulos no saber cuándo sería el “fin de este siglo”. En el Libro de Mateo capítulo 24, Jesús nos traslada a los seres humanos varias profecías. Mateo 24:3 nos enseña: “Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” Jesús les respondió con muchas explicaciones proféticas y dijo en Mateo 24:36: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.”

Definitivamente creo absolutamente más en las palabras de Jesús que en las de los científicos o las del Pontífice. Los científicos tienen sus puntos de vista reales con profecías especulativas, pero no pasan de ser especulativas. En artículo anterior, expuse a cuántas condiciones exógenas están expuestas las condiciones climatológicas (La teoría del Caos) y, en consecuencia, cualquier predicción científica o teológica respecto a lo que ocurrirá con la Tierra en el corto, mediano o largo plazo no deja de ser una enorme especulación, en virtud de que únicamente Yahvé o Jehová lo sabe.

Nosotros los ignorantes y pigmeos terrícolas estamos realmente volando barrilete con respecto a la Creación, las cosas del cosmos y ya no digamos del pensamiento Divino, en donde realmente no cabemos. Los seres humanos somos únicamente parte de la Creación del Padre, eso sí, somos una parte sumamente importante de Su Creación, aunque quizás jamás sepamos cuáles son sus designios para con su obra.

Las iglesias de muchas denominaciones están anunciando los tiempos finales desde hace varios años y, desde mi punto de vista esto es cierto. Hay señales inequívocas de que el final se acerca más velozmente cada vez, pero en términos de tiempos, todos estamos realmente en la luna, porque nadie conoce ni por asomo los tiempos de Dios, del Ser Supremo y Poderoso, del Creador de todas las galaxias, de lo que existe y de lo que no existe.

Lo que creo, con todo respeto, sin importar religión o costumbres, es que los creyentes deberían conocer y comunicarse con su Creador, por medio de la lectura de Su Palabra y por medio de la oración constante, a solas, en un rincón de su habitación, como Él nos enseñó por medio de Su Hijo, el Señor Jesucristo.

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