Rolando Alfaro Arellano

Recién me aprestaba a desarrollar el artículo de colaboración en esta columna, relativo al Día Mundial del Ambiente, cuando me entero del alevoso asesinato cometido en la persona del colega Pancho Palomo, como le decíamos los que consideramos ser sus amigos,

Sin embargo, aunque el ramo de él era diferente al mío, siempre intercambiamos ideas y opiniones en diversos eventos, Congresos Jurídicos, y seminarios relacionados con la profesión.

En ese sentido, el terrorismo que de nuevo acosa a todos los habitantes del territorio nacional, indica que la mala educación, la indiferencia de algunos sectores sociales, la pobreza, la incultura, la promiscuidad, el choque generacional, la insalubridad y el avance de la contaminación ambiental, sigue su marcha en el entorno humano guatemalteco.

El analfabetismo en el país, también ha sido grave ya que a las personas inescrupulosas con ambiciones politiqueras (este término se refiere al materialismo de la política), les interesa manipular a todas aquellas personas que no saben leer ni escribir y carecen de estudios para conocer la situación del país y los antecedentes de personas que pretenden ocupar los diversos puestos de los organismos del Estado.

En estos momentos críticos que atraviesa el país, además de lo que se protesta, es necesario que el pueblo consciente, reconozca a los verdaderos ciudadanos que calladamente trabajan, en diversos ramos por la población, y que por no darles el lugar que se merecen son ocupados por personas de poca credibilidad.

Vayan estas sentidas letras como un homenaje a Pancho Palomo y mi más profundo pesar a su estimable familia Marroquín Palomo, y parientes cercanos.

Guatemala está de luto.

Artículo anteriorDía Nacional de Suecia en Guatemala 2015
Artículo siguienteFestival de Invierno