Raymond J. Wennier

No hay una sola persona que tenga solamente una inteligencia, la persona como es sistémica, también consiste en una combinación de varias inteligencias. Por tanto, los alumnos en una aula son diferentes uno de otro. En unos dominan unas inteligencias y en otros, otras. Por lo tanto, la metodología tiene que cambiarse. Como ejemplo, cada persona puede evaluarse, pensando en sus propias combinaciones y comparándolas a las de los otros miembros de su familia. Eso se llama metacognición, pensar sobre sus propios pensamientos y evaluarlos.

La Inteligencia Emocional es tan importante porque es el segundo filtro de los estímulos que entran al cerebro. Si el estímulo produce la percepción que hay un peligro, la reacción de la persona es uno de los 3 siguientes: Huir, pelear o congelarse y no poder moverse. Si es así el caso, el estímulo no pasa a las otras áreas del cerebro para su operación o función específica. No hay un estímulo que pasa al lóbulo prefrontal, área del aprendizaje a largo plazo.

La educación tiene que permitir a los alumnos demostrar sus emociones y aprender cómo manejarlas y controlarlas en diferentes situaciones sociales y con ellos mismos. Es aprender el control necesario para tener «balance» en las interrelaciones en la sociedad. Esas no pueden ser medibles.

Se habla mucho de los Estilos de Aprendizaje individuales. Puesto muy simple y entendible, son, cómo cada alumno PERCIBE su alrededor, su realidad. No hay dos personas que siempre perciban su realidad de la misma manera, ni el contenido de una materia académica.

En este siglo la educación tiene que tomar en cuenta los descubrimientos de la neurología que nos explica cómo aprende el ser humano. Los mismos alumnos tienen que saber cómo. Eso cambia el cómo los maestros presenten los temas a los alumnos.

Considero indispensable que se utilicen todos los sentidos del ser humano, o sea que la educación sea multisensorial. No pueden ser medidos en una forma estandarizada. A algunos alumnos les gusta hablar mucho, otros prefieren tocar objetos y manipularlos, a los alumnos que son más visuales les gusta ver las cosas para aprender, hay alumnos a los que les gusta oír una explicación y están aquellos que quieren gustar llevándose a la boca distintos objetos. No hay ONE-SIZE-FITS-ALL. Es una combinación de los sentidos, siendo el sexto, el sentido de las emociones.

Algunas de las funciones ejecutivas que corresponden al LPF (Lóbulo Pre Frontal) son: Planificación y el establecimiento de metas (Targets), el juicio para saber la diferencia de correcto o equivocado («right or wrong») por ejemplo. Tener EMPATÍA para las dificultades de compañeros. Demostrar firmeza («Grit»), perseverancia, resiliencia, y manejar obstáculos. Reorientar su vida después de una derrota. En el aula, poder enfocar en el tema, poder poner atención en las actividades. La postergación de gratificaciones inmediatas es esencial. El «síndrome de Switch», (RJW), que es cuando un niño quiere una recompensa de inmediato. Hay un inicio y un final pero no hay un medio que es la comprensión de cómo lo hago, saber por qué se hace, cómo se aplica a otras situaciones. La curiosidad, la imaginación, producen la innovación, necesitan un proceso completo: Inicio-medio-final. Tema hipótesis, inquirir, búsqueda, conclusiones y crear una propuesta nueva. Sigue.

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